El defensa chileno confesó en una entrevista para la web del Fenerbahçe que estuvo a punto de colgar las botas, relatando la depresión que atravesó durante una etapa anterior a recalar en el fútbol turco.
"Cuatro o cinco veces me quise retirar, no jugar más al fútbol, no viajar más", admitió un Mauricio Isla emocionado con su recuerdo.
Aunque ahora se muestra feliz en el Fernerbahçe, el chileno subrayó los problemas que tuvo desde su infancia.
"Me tocó vivir toda mi vida con mi mamá y mi abuela, y fueron pilares de mi vida por siempre soportarme y cuidarme mucho", espetó con orgullo.
Asimismo, Isla quiso destacar la pasión que vive Turquía por el fútbol: "Lo que vi aquí me sorprende. Lo digo no sólo en el sentido del fútbol, sino también en términos de fanáticos. Te enfrentas a un equipo de la segunda o tercera liga, y vemos que incluso sus seguidores han apoyado a sus equipos hasta el final. El jugador se siente diferente en el campo. Hay un mayor deseo de correr, luchar, mostrar tu juego. Los fanáticos se esfuerzan por hacerte triunfar".