La convocatoria de Japón para la Copa Asia está repleta de talento de las grandes ligas, pero puede que cuente con algunas carencias defensivas. Salieron a la palestra en su debut en la fase de grupos, que se produjo contra Vietnam y se resolvió por 4-2. Sí, los nipones vuelven a imponerse con una factura imponente ante la meta, pero llegaron a ir perdiendo después de abrir la lata por una fragilidad atrás que hay que solucionar.
Minamino, que milita en el Mónaco, había adelantado a los suyos en el minuto 11, tan solo 5 antes de que Dinh Bac Nguyen empatara. En el 33', Pham Tuan Hai terminó de dar la vuelta a la tortilla y no fue hasta la antesala del descanso cuando el autor del 1-0 apareció de nuevo para dibujar el 2-2. En el tiempo añadido de este primer acto, Nakamura, asistido por el 'crack' de la Ligue 1, devolvió la iniciativa a los de Hajime Moriyasu.
Aunque lo sobresaliente del jugador del Principado es lo que más llamará la atención del aficionado, también debe hacerlo que el entramado formado por Sugawara, Ko Itakura, Taniguchi y Hiroki Ito no ofreció tanta seguridad como tendría para sostener la candidatura del combinado nacional al trono. El lateral izquierdo, que milita en el Stuttgart, es el nombre que más destaca de la nómina, que brilla más en las demarcaciones ofensivas -Wataru Endo, Takefusa Kubo...-.
De todos modos, Japón comienza la Copa Asia con un diferencial goleador de +2 y una victoria que pone la primera piedra rumbo a las eliminatorias. Las otras dos selecciones de su grupo son Indonesia e Iraq, que no deberían ser una amenaza para los 'blue samurais'. De hecho, los compromisos ante ellos se pueden utilizar como campo de pruebas para que el técnico encuentre la forma de mejorar sus prestaciones defensivas.