Cuatro goles lleva esta temporada, pero qué goles. Uno de ellos al Bayern y dos al líder, el Borussia Dortmund. El surcoreano cerró una noche magnífica para encarrilar el partido.
El Augsburgo atacó poco, pero lo hizo muy bien. En el primer tanto, fallo de Zagadou y Ji, con la caña preparada, fusiló dentro del área.
Algo similar ocurriría en el segundo tanto. Achraf pretendía mandar un pase horizontal en defensa, pero se le quedó corto. Ji robó, corrió y se internó en el área.
El atacante asiático encaró al único defensor que le achicaba y, con toda la frialdad del mundo, se sacó una vaselina de la manga que acabó superando a Burki para hacer el 2-0 y poner el delirio en las gradas.