La Juventus de Turín no dio pie a la sorpresa y eliminó con contundencia al SPAL de Ferrara, la revelación del torneo. Aprovecharon los de Pirlo los muchos errores de sus rivales para sellar su billete a semifinales.
No necesitó demasiado la Juventus para clasificarse para las semifinales de la Coppa de Italia. No permitió que el SPAL diese de nuevo la campanada, en un partido que fue 'bianconero' de principio a fin.
La Juve no dio opción a su rival, pero pese a ello el encuentro llegó con vida a su recta final, aunque la heroicidad del SPAL cada vez parecía más y más improbable.
Tardó la 'Vecchia Signora' en dar el primer aviso, pero tras el intento de Frabotta, el mejor de los de Pirlo de largo, la Juve tuvo una tras otra. Pecó de testarudo el SPAL, y lo pagó.
Se empeñaron los de Ferrara en salir con el balón jugado desde atrás. En no rifarlo. Y es a actitud es digna de elogio, pero también un suicidio futbolístico ante un rival como la Juve.
Porque aunque salió sin sus estrellas, los suplentes y juveniles de la Juventus son un escándalo. El SPAL se dio cuenta por las malas.
El partido se le empezó a torcer a la revelación de los cuartos a los 15 mintuos de juego. Y eso que la jugada, a juicio del árbitro, resultó ser todo lo contrario de lo que acabó siendo.
En el 14' cayó Rabiot en el área, y el árbitro le mostró la amarilla por simular. Amarilla que le fue retirada y que se convirtió en penalti cuando el colegiado acudió al monitor a revisar la acción. Y Morata, desde los once metros, en el 16', transformó la pena máxima.
El tanto fue un mazazo al que no reaccionó el SPAL. La Juve pasó a dominar por completo el encuentro, y no concedió ni media ocasión a su rival. Buscó el segundo con ahínco, y este llegó en el 33'.
Kulusevski, uno de los más activos en la Juve, se marcó un jugadón de escándalo en el área rival, y tuvo la paciencia para levantar la cabeza y ver la llegada de Frabotta en segunda línea. Para él fue el balón, y lo empalmó, imparable para Berisha.
El gol de nuevo vino de un error clamoroso del SPAL, una pérdida más de balón en la medular, lo que propició el contragolpe del rival. Fueron esos errores los que sentenciaron la contienda.
Ese tanto sí hizo reaccionar, sin embargo, al SPAL, aunque fue casi más por demérito de la Juve, más relajada con el 2-0 en el marcador. Y aún así, los de Pirlo merodearon una y otra vez el tercero.
Este no llegó antes del descanso, el cual vino con la mala noticia de la lesión de Bernardeschi, quien pisó mal al caer en un salto.
La segunda parte fue un monólogo completo y absoluto de la Juventus, y el SPAL no hizo que Buffon tuviera trabajo hasta bien pasada la hora de partido.
Empezó a dar la sensación entonces de que si el SPAL marcaba, a la Juve se le podría complicar el encuentro, como tantas otras veces hemos visto esta temporada, pero por suerte para la salud de los aficionados juventinos, en el 78' sentenció el encuentro Kulusevski.
Ahí ya bajó por completo los brazo el SPAL. La Juve jugó a placer los diez minutos, más el alargue, que le restaban al partido, y Chiesa anotó el cuarto, tras mucho intentarlo, ya en el añadido.
Pasa la Juventus a semifinales de la Coppa de Italia, donde le espera el Inter de Milán.