Cuatro partidos después, Kalinic se estrenó como goleador (por partida doble). Y lo hizo en el mejor momento, cuando su equipo más lo necesitaba, en un choque ante el Udinese que le podría haber puesto las cosas feas al cuadro 'rossonero'.
Esta era su gran oportunidad. Después de ser titular en el debut europeo del Milan, Kalinic partió desde el once inicial y su aportación se notó mucho en el juego ofensivo. Cada vez va recordando más a aquel jugador que brillaba en la Fiorentina.
De hecho, tardó poco en dejar las cosas claras. El delantero croata firmó un doblete en 8 minutos. Abrió la lata en el 23' gracias a una asistencia de Calabria y cerró el luminoso en el 31' al aprovechar un pase de Kessié.
Eso sí, entre las dos dianas fue Lasagna quien entró en juego. El delantero centro del Udinese colocó las tablas en el marcador, pero la alegría le duró poco a su equipo, que vio cómo el resultado no se movió más.
Aunque hubo ocasión de que bailaran los números del luminoso, pero el VAR se encargó de deshecharlas. Dos goles, uno por cada bando, fueron invalidados por el sistema de videoarbitraje. Deciones acertadas que no habrían cambiado nada... sólo que Kalinic se habría marchado con el balón firmado a casa.
Al final, tres puntos para el Milan que saben a gloria ya que, de haber pinchado una jornada más (tras la goleada recibida ante la Lazio), el equipo de Montella se habría quedado a cinco puntos del liderato.