Tras una gran jugada del Manchester City, el balón le llegó a un Sané que hizo la guerra por su cuenta hasta hacer el empate ante el Liverpool. Karius tuvo parte de culpa porque el balón entró por su palo.
El Liverpool se puso por delante en el encuentro ante el Manchester City con un golazo de Oxlade a los nueve minutos de partido, pero el equipo de Guardiola no paró hasta conseguir el empate antes del descanso.
Antes de que se llegara al final del primer tiempo, los de Guardiola lograron poner las tablas en el marcador con un buen tanto de Sané. El delantero hizo un control orientado con el pecho, se coló en el área del Liverpool y se abrió hueco recortando hacia el interior.
Sané apuntó y disparó al primer palo de Karius, que no logró despejar el balón, aunque pudo hacer mucho más para evitar el empate del City.