Se veía venir. Solo tiene 41 años, pero parece que la edad le ha atropellado. Como cuando un central le embestía en la frontal del área al intentar rematar. Mateja Kezman luce unas pintas que hace que sea complicado identificarle.
Apuntaba maneras. A comienzos de verano apareció en una publicación en Instagram de una marca de ropa, y no dejó a nadie indiferente.
Su aspecto era completamente otro. Literalmente de otra persona. ¿Quién es ese señor barbudo? Pues parece que la cosa va a más. Y es que claro, en Instagram salía posando.
Al natural es más sorprendente. Porque debajo de la gorra luce un pelo de apariencia desaliñada que acentúa la impresión que da. Y con la camiseta de rayas marineras el aspecto de náufrago es inevitable.
Pues este es el nuevo look de Kezman, ese delantero serbio criado en el Partizan, forjado en el PSV y que deslumbró en Chelsea y Atlético de Madrid, antes de emprender una demasiado anticipada cuesta abajo deportiva al militar en Fenerbahçe, Zenit y PSG (pero el PSG de antes del dinero catarí, claro).
Se retiró en 2012, con 32 años, en el BATE Borisov. Y hoy en día es el representante de su compatriota Sergej Milinkovic-Savic.