La batalla de Mestalla encumbra la apuesta de Voro por los canteranos

Juan Ribón hace 7 años 5.3k
El Valencia ha vencido con una actuación destacable de sus canteranos. EFE

Le ha salido redonda la jugada a Voro. Un buen Valencia ha logrado tres puntos importantes para reforzar la confianza del equipo de cara al final de la temporada. El Celta se lleva un revés, pero se consuela con haberlo intentado hasta el final.

El Valencia saltó a Mestalla a por todas. Quería la victoria. Quería jugar bien. Quería demostrar a su afición de lo que es capaz este equipo.

Sin embargo, el dominio inicial del Valencia saltó por los aires prácticamente en la primera ocasión que tuvo el Celta. Porque los de Berizzo iban a dejar al rival que llevase el peso del juego, que ellos iban a golpear a la contra.

Pero el gol no llegó así, sino a balón parado. Centro de Jonny y error en cadena de la defensa 'ché'. Nadie marcó a Cabral, que se coló hasta la cocina y remató ante la pésima salida de un poco afortunado hoy Diego Alves.

Jugamos como nunca, perdemos como siempre, debió pensar Mestalla. El público se empezó a impacientar, y más viendo cómo su equipo empezaba a fallar hasta los pases más claros.

Sin embargo, Zaza tenía algo que decir hoy. El italiano estuvo muy metido los 70 minutos que jugó, y de sus botas surgió el tanto del empate. Del primer empate, queremos decir.

Taconazo magistral de Zaza para que Cancelo se incorporase por banda. Centro raso de éste para reconciliarse con Mestalla y Parejo, en su enésima entrada en segunda línea, anotó a placer el empate del Valencia.

El Celta pedía a gritos el descanso, y tras la reanudación se repitió el guión de la primera mitad. Solo que esta vez el gol fue del Valencia.

Había entrado en el 65 un chaval llamado Lato. Un canterano del Mestalla que jugaba su tercer partido con el primer equipo en Liga. Pase de Enzo Pérez para que se incorporase por la banda izquierda y pase de la muerte para que Munir firmase la primera remontada del Valencia hoy.

¿Les suena la jugada? Muy parecida a la del primer gol, en la otra portería y por la otra banda. El Celta evidenció sus carencias en ambos goles.

Pero este equipo no le pierde la cara nunca a los partidos. Berizzo puso toda la carne en el asador con la entrada de Rossi y Hjulsager, pero fue Aspas el que tuvo que sacarle las castañas del fuego a los suyos una vez más.

No tuvo muchas en ataque, porque, salvando las distancias, hizo de Messi en los días grises del Barça. Recibía en el centro del campo y no se le puede pedir que teja la jugada y que encima la culmine.

Pero en esta ocasión lo hizo. El balón le cayó en el área rival y Carlos Soler le derribó. Penalti o 'penaltito', según cuál sea la camiseta de su equipo. Lo tiró el propio Aspas y engañó a Diego Alves, quien no pudo hacer honor a su nombre.

Empate y de nuevo, Mestalla dividida entre los que animaban a muerte y los que renegaban de este equipo.

A cinco del final, sin embargo, Carlos Soler se redimió como los hacen los grandes. Conducción de Enzo Pérez, falta sobre éste, el balón le cae a Soler. Ley de la ventaja que el canterano aprovechó con una vaselina ante la salida de Sergio Álvarez.

Y Mestalla se vino abajo. Una fiesta. Y el Valencia tiene un nuevo héroe. Y es de la casa. El Celta lo intentó hasta el último minuto del descuento, pero la buena fortuna es limitada.

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