La dolorosa ruptura del cascarón

Adrián Cortés hace 4 años 19.4k
La dolorosa ruptura del cascarón. AFP

Matthijs de Ligt y Frenkie de Jong abandonaron Ámsterdam erigidos en dos de las grandes promesas del fútbol mundial. Sin embargo, ninguno ha logrado cumplir -hasta la fecha- ni en Barcelona ni en Turín con las expectativas de sus traspasos millonarios.

Ensalzados por su denominación de origen, Matthijs de Ligt y Frenkie de Jong fueron señalados como los abanderados de la última generación amamantada en la cuna de Johan Cruyff. Un sello de calidad que se ganó el Ajax con su gran actuación en la última edición de la Champions League, y por el que los grandes de Europa se lanzaron al mercado.

El FC Barcelona anduvo rápido y ató a Frenkie de Jong por 75 millones de euros antes de que se abriera incluso la ventana de traspasos. Un movimiento que trató de calcar con Matthijs de Ligt, pero Mino Raiola, agente del central, era consciente del diamante que representaba y frenó su fichaje para buscar un mejor postor en la Juventus.

Los 120 millones de euros de la cláusula de Antoine Griezmann y la posibilidad de repatriar a Neymar sacaron al club azulgrana de la puja por el zaguero, que, tras varios meses de tonteo con media Europa, acabó aterrizando en Turín a cambio de otros 75 millones de euros, más diez en variables.

Hechos los desembolsos, tanto la parroquia 'culé' como la 'bianconera' se sentaron a esperar los resultados. Ernesto Valverde, en el primer partido de LaLiga 2019-20, colocó a Frenkie de Jong en el puesto de Sergio Busquets, que vio todo el partido desde el banquillo de San Mamés.

Pese a la derrota por el postrero gol de Aritz Aduriz y la imagen de inestabilidad del equipo, el 'Txingurri' mantuvo al holandés en su once titular. La goleada al Betis maquilló la actuación del 'tulipán', que volvió a quedar desdibujado y señalado en el empate ante Osasuna en El Sadar.

Más allá de los malos resultados, en la Ciudad Condal genera cierto nerviosismo la situación de Ivan Rakitic, quien ha perdido su sitio por un Frenkie de Jong que todavía no ha encontrado el suyo. El holandés, al que se le presumía el don de la polivalencia, no ha logrado brillar ni como pivote, ni como interior, ni pegado a la banda.

Tampoco le va mejor a su ex compañero y amigo Matthijs de Ligt en Turín. A Maurizio Sarri no le tembló el pulso y dejó al holandés en el banquillo en el primer once oficial de la Juventus. El central, sorprendido, no escondió su malestar: "No esperaba ser suplente, pero lo acepto".

Capricho del destino, una lesión de Giorgio Chiellini le abrió las puertas de la titularidad a De Ligt. Turín se engalanó para recibir al Nápoles, principal rival para el 'Scudetto', la primera gran prueba de fuego para el zaguero. Sin embargo, la imagen no invitó al optimismo.

Un postrero gol en propia puerta de Koulibaly maquilló la actuación de De Ligt, que quedó retratado en dos de los tres goles del Nápoles. El holandés perdió la marca de Kostas Manolas en el primer gol e Hirving Lozano le hizo un traje en el segundo. Dos borrones que suspendieron su debut como 'bianconero'.

Pese a que nadie duda del potencial de Matthijs de Ligt y Frenkie de Jong, el mal arranque de ambos fuera de Ámsterdam demuestra que salir del cascarón no es fácil, que todo proceso de maduración conlleva un aprendizaje y un periodo de adaptación ineludible.

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