La historia contra la obligación

Fran Navajas hace 6 años 16.7k
Cristiano y Neymar quieren reinar en la Champions. BeSoccer

Madrid y PSG alzan el telón de una eliminatoria con aroma a final anticipada. El pasado más reciente se borra del mapa y sólo quedan dos equipos excelsos que tienen la Champions en el punto de mira por diversas razones.

El Bernabéu, escenario efervescente en semanas de Champions, se abre para albergar lo que podría ser una final de Champions. El rey de la Copa de Europa contra el aspirante a sucesor. Cristiano contra Neymar, Mbappé y Bale, Ramos y Thiago Silva. Un partido cinco estrellas con un único objetivo en mente: ganar la 'orejona'.

Los 12 cetros señalados en la camiseta blanca son un emblema que asusta y obliga a partes iguales. Es el poso sobre el que el Madrid quiere crecer en este punto de la temporada, con la competición doméstica y la Copa perdidas. Pero, por supuesto, hay más.

Se agarra la parroquia blanca a Cristiano, que llega en racha y siempre eleva sus prestaciones cuando arranca a tronar la música celestial de la Champions. Es el portugués el capitán general de una tropa que ha recuperado sensaciones, aunque quizá no tanto como quisiera.

En esa tesitura entra Modric, el faro madridista que ha sumado lección tras lección en sus últimas comparecencias. Sin embargo, sabe Zidane que necesitará más, mucho más. El encuentro pide otros invitados a la fiesta.

Desde Bale a Benzema, pasando por Isco, Marcelo o Asensio. Con el galés posiblemente partiendo desde el banco, la magia de Isco o el empuje irreverente del '20' pueden ser capitales para destronar a un PSG para el que esta Champions es, por inversión y plantilla, una obligación.

Un proyecto condenado al éxito

El proyecto de Emery no puede irse por el sumidero en octavos. Mucho aguantaron sus cimientos tras el fiasco de la temporada pasada y en ésta, con traspasos mastodónticos, el objetivo está en Europa. Su competición hasta el momento ha sido prácticamente intachable, pero necesitará el PSG su mejor nivel si quiere salir airoso del Bernabéu.

Neymar, que aspira a ser héroe, llegó a París para días así. También Mbappé, tan joven como peligroso, o un Cavani que quiere tocar la gloria tras muchos años esperando. Argumentos tiene Emery de sobra, tanto en el tapete como en el banquillo, aunque la necesidad no hace sino apretarle la soga.

Curiosamente, el Madrid nunca ha sabido eliminar al PSG, que además contará con la vuelta ante su gente. Para aquel partido aún habrá que esperar. Queda disfrutar de 90 minutos con sabor a último partido, a título, a paraíso. Pero, amigos, esto sólo es octavos. Y qué octavos.

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