El Liverpool tiene una difícil misión que no es otra que seguir vivo en la Copa de la Liga ante un Aston Villa que parte con ventaja. Y es que los 'reds', que tienen a la primera plantilla al completo en el Mundial de Clubes, deberán jugar con un equipo B.
El campeón de Europa afronta un reto sin precedentes en el mundo del fútbol. El Liverpool jugará dos partidos en apenas poco más de 21 horas y en dos partes diferentes del mundo.
La primera plantilla está en Doha por el Mundial de Clubes, mientras que en la ciudad de los 'Beatles' está el filial 'red' preparando el encuentro contra el Aston Villa de la Copa de la Liga.
Klopp pidió en su momento un aplazamiento de este encuentro, pero desde la Federación Inglesa hicieron oídos sordos. Hay preocupación y no es más que evidente.
Los jóvenes del Sub 23 deberán tomar la responsabilidad para tratar de sacar adelante un partido que se prevé duro, ya que no hay nadie de los grandes en suelo británico.
De hecho, 'Daily Mail' pidió a Mané y Salah que se quedaran para jugar el encuentro contra el Aston Villa porque el Mundial de Clubes no le interesa a nadie.
Según 'Express', Neil Critchley, que hará de Klopp, ya tiene en mente el once que pondrá en liza: Kelleher; Hoever, Boyes, Van den Berg, Larouci; Chirivella, Kane, Christie-Davies; Elliott, Longstaff y Stewart.
Una de las grandes bazas ofensivas del Liverpool era Rhian Brewster, pero el delantero de 19 años presenta una lesión en el tobillo y verá los toros desde la barrera. Veremos a ver quién se echa el equipo a la espalda.
Y al día siguiente, los 'reds' se medirán a las 18:30 horas (hora española) a Monterrey con todo su arsenal ofensivo por un puesto en la gran final del 'Mundialito'. ¿Habrá doblete?