La maldición del Borussia Dortmund de Klopp

Sergio Álvarez hace 6 años 18k
Klopp, con Grosskreutz, otro de los que casi tira su carrera. AFP

El estratega alemán creó un conjunto potentísimo de la nada, pero sus principales exponentes acabaron atravesando problemas y han tenido dificultades para llegar a la cima.

Media Europa se peleaba por las principales estrellas del Borussia Dortmund tras la final de la Champions de 2013. El equipo amarillo no había sido capaz de frenar al todopoderoso Bayern, pero no importaba, sus jóvenes jugadores y el buen fútbol que practicaba invitaron a numerosos clubes a fijarse en el cuadro de Klopp.

Hoy, cuatro años más tarde, nos encontramos con que pocos de esos jugadores han podido alcanzar la cima del fútbol mundial. Más allá de Robert Lewandowski y Mats Hummels, que son estrellas consagradas en el Bayern, no encontramos a ninguno de aquellos jóvenes jugadores siendo predominante en un equipo 'top' de Europa. Y eso contando con que el central también ha atravesado por numerosas lesiones que han complicado su carrera.

Ha sido este problema, el de las constantes lesiones, el que ha frenado la progresión de la gran mayoría de jugadores de aquel Borussia. Un problema que se cebó especialmente con Marco Reus, Mario Götze y con Ilkay Gündogan, y que también tocó de cerca a Neven Subotic, Sven Bender o Nuri Sahin.

Los dos primeros, auténticos referentes en el club del Signal Iduna Park, apenas han podido jugar este año tras volverse a juntar en el conjunto de Dortmund y Gündogan se lesionó a las primeras de cambio en su primera gran oportunidad en el City de Guardiola. Subotic y Bender, por su parte, se pasaron casi un año parados, y Sahin es un 'Expediente X' que sigue siendo analizado a día de hoy.

Otros, como Kevin Grosskreutz, se encuentran tratando de recuperar el nivel después de diversos azares en clubes de menor categoría. El centrocampista fue expulsado del Stuttgart por salir de fiesta con los jóvenes del equipo y busca como sea una nueva oportunidad al máximo nivel.

Piszczek o Schmelzer siguen en el club, pero nunca pudieron probar en equipos extranjeros pese a contar en aquel entonces con ofertas. Hoy, con los múltiples fichajes del Borussia, cada día tienen un papel menos preponderante en un equipo que les dio todo.

Klopp, por su parte, ha vivido una especie de tortura desde entonces. Dejó el Borussia y llegó a la final de la Copa de la Liga y la Copa de la UEFA en su primera campaña en el Liverpool, pero fue incapaz de ganar ambas. Tampoco tuvo más suerte este año, aunque sí que logró devolver a la máxima competición de clubes en Europa a un irregular Liverpool.

Una oportunidad perdida, la de aquella Champions, que sí que sirvió para devolver al Borussia Dortmund al máximo nivel, pero que llevó aparejada una especie de maldición que impidió que los artífices de aquel éxito se convirtieran en estrellas del fútbol a nivel mundial.

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