La necesidad premió al Espanyol y condenó al Celta

Enrique Salvatierra hace 6 años 4.4k
El Espanyol se llevó un valioso triunfo. EFE

Los goles de Gerard Moreno y Piatti en la primera parte fueron suficientes para que los 'pericos' sumaran su primer triunfo del curso ante un Celta que sólo reaccionó en la segunda mitad.

A estas alturas de la película, Unzué ya debe saber que este Celta no es el Barça, que los minutos de asueto se pagan mucho más caros en su nuevo equipo y que le queda mucho trabajo por delante. Lo del Alavés fue un mero espejismo que dio aire, pero no cambió nada.

Todo, ante un Espanyol que llegaba al partido con el cuchillo entre los dientes tras sumar un punto de nueve y no conocer la victoria. Por eso fueron tan vitales los primeros minutos. Mientras el Celta contemporizaba, el Espanyol avasalló. Y encontró premio.

Primero con un gol en fuera de juego de Gerard Moreno, que minutos antes había perdonado un mano a mano clarísima. Ilegalidad aparte, la sensación era de encajar el gol más pronto que tarde por parte de un Celta perdido entre las acometidas del conjunto local, muy incisivo por la banda de Piatti.

Fue precisamente el argentino el autor del 2-0 tras un error infantil de Cabral y un buen pase de Jurado, que tiene días en los que aparenta lo que llegó a prometer. Sólo Quique sabe entenderle...

El 2-0 hizo daño y el Celta corneó. Dos ocasiones de Aspas, a cada cual más clara. Pero el gallego no tuvo su día y su equipo renqueó. Si su fútbol no nace, los vigueses sufren y tienen que aferrarse a otras armas.

Maxi Gómez sufre lejos del área. Definidor demostrado, lo de combinar y jugar de espaldas no parece ser lo suyo. Apenas se le vio en toda la primera parte. El descanso tampoco arregló mucho, pero obligó a romper el partido y a arriesgar algo más por parte de Unzué.

A toro pasado, el cambio de Emre Mor llegó tarde. El turco, con una arrancada similar a la de Asensio, cambió el partido con varias buenas acciones que hicieron soñar a su equipo con el empate. Va a dar buenas tardes el ex del Borussia Dortmund a los fieles de Balaídos.

El Espanyol guardaba ropa, hasta que casi se atraganta con un gol suertudo de Fontás, que desvió lo justo el disparo de Pione Sisto, otro de los desaparecidos del choque. El 2-1 cambió el guión y el Celta apretó. Pero el Espanyol contuvo bien y Quique metió oxígeno para contemporizar arriba y en la medular.

Los minutos pasaban y la necesidad hacía apretar a unos y otros. Al final ganó el Espanyol, que respira a costa de un Celta que sigue buscando soluciones a sus lagunas defensivas (ya ha encajado siete goles en cuatro partidos). Queda mucho, pero los banquillos empiezan a calentarse. Que se lo digan al Alavés...

Mencionados en la noticia