Soporífero, insípido e intrascendente. Cualquier adjetivo calificativo que lleve una acentuación de aburrimiento sería adecuado para definir el Deportivo Pasto-Atlético Nacional de este martes.
Desde un comienzo se intuyó un partido lento y pausado por ambas partes. Mientras el 'Verdolaga' tenía la mayoría del tiempo la pelota, los de casa esperaban un error que les hiciese salir al contragolpe, siempre cabalgados y comandados por la velocidad de Palacios, que fue el 'palomero' de Diego Corredor.
En un césped donde el fútbol no brilló por su fluidez, las mejores ocasiones de gol (por llamarlas de alguna manera) vinieron a balón parado. Los de Guimaraes demostraron su poderío aéreo en cada jugada ensayada, pero sin acierto. Hasta el momento, un aficionado no sabía si los porteros estaban jugando.
El árbitro puso final a unos primeros 45 minutos que no podían ir a peor en cuanto a diversión. La segunda mitad se animó para que esto fuese algo más similar al deporte rey, pero tampoco quedará en la retina de los hinchas que vieron a través de los televisores el duelo.
Nada más salir de vestuarios, Medina falló una ocasión que podría tacharse de imposible. De esas que se dice "es más fácil fallarla que meterla". El delantero aprovechó una mala entrega de la zaga visitante a su arquero, se zafó de este con un recorte a la derecha y con la portería vacía mandó la pelota al lateral de la red. No se lo podía creer.
La polémica, que fue lo más interesante del choque, llegó en el 57'. Otra vez con Medina como protagonista. En un disparo de Pasto sin peligro, Quintana atrapó el envío, pero al caer al suelo para blocarlo, el esférico rebotó y llegó a los pies del '9' local, mostrando ese olfato de goleador. Ahora sí pudo abrir la lata y el 1-0 brilló en el luminoso... por poco tiempo.
El VAR avisó al colegiado de que fuese a ver repetida la jugada. Así, el árbitro chequeó y cuando volvió al césped decidió anular el gol. Parece ser que el atacante le robó la pelota al cancerbero cuanto estaba en su posesión, algo no permitido. Vistas las imágenes en la retransmisión, la decisión fue, es y será muy discutida.
Con ello, el partido no falló y siguió su curso. En cuanto a regularidad, el encuentro cumplió, ya que el rendimiento de los futbolistas siempre se mantuvo en la misma línea negativa. En el 93' Nacional vio la luz cuando Vlacho, tras recibir un gran pase de Rovira, quedó solo ante Martínez. El '16' definió bien, pero el portero estuvo rápido de reflejos y evitó la diana en la última jugada de un duelo que, como era de esperar, no entrará en los anales de la historia.