La primera y última visita de Alemania a Israel

BeSoccer hace 6 años 669
Hace algo más de 30 años, la 'Mannschaft' visitó por primera y última vez Israel. EFE/Archivo

Hace treinta años, casi 31, la Selección Alemana viajó a Israel a disputar un amistoso, el primer encuentro entre ambos equipos, un partido del que nadie se acuerda y que quedó eclipsado por la visita en sí.

La relación entre Alemania y el pueblo judío es lógicamente tensa. La razón es terriblemente obvia: el Holocausto. La gran tragedia que unió para siempre Alemania y el pueblo judío.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Oriente Próximo se convirtió en un foco conflictivo con la creación del Estado de Israel. El tiempo demostró que fue una mala idea, pero Israel resistió los ataques de sus vecinos y terminó siendo la gran potencia de la región.

Sin embargo, en lo futbolístico, que los equipos israelíes jugasen contra sus vecinos era un suicidio. Por eso, la Federación Israelí trató de ser admitida en la UEFA, algo que terminaría logrando en 1992.

Hasta entonces, el fútbol israelí trató de acercar posturas con Europa. Y el mayor paso posible era dejar que Alemania jugase en su tierra. Esa Alemania, hijos y nietos de aquellos alemanes que masacraron sistemáticamente a los suyos en los campos de exterminio.

Ésta era la idea implantada en la mentalidad colectiva. Un estigma del que el pueblo alemán no se librará jamás.

El precedente más similar fue un amistoso jugado en 1969 entre el combinado israelí y un equipo aficionado alemán disputado en la localidad de Frechen, próxima a Colonia.

Casi dos décadas después se celebró este partido, pero el fútbol fue lo de menos. La expectación por el viaje de los alemanes a Israel eclipsó el fútbol.

La corrección política fue máxima, pero insuficiente para la prensa israelí, que buscó cualquier ocasión para criticar a los germanos.

Los internacionales alemanes visitaron Jerusalén y el Memorial del Holocausto, pero en lugar de tratar de acercar posturas, la prensa local criticó el poco interés que parecían tener los futbolistas en lo que les estaban explicando.

El presidente de la DFB, entonces Herman Neuberger, defendió a los suyos. Aseguró que las caras serias eran porque se sentían abrumados. Pero eso sonó a excusa para la prensa israelí.

Neuberger fue soldado durante la Segunda Guerra Mundial, y se permitieron recordárselo en su visita al Memorial Yad Vashem. Se defendió asegurando que los soldados no sabían lo que ocurría en los campos.

Los futbolistas parecían tener prohibido abrir la boca. Sólo Beckenbauer, entrenador de la 'Mannschaft', intercambió unas palabras con la prensa. "Hemos hecho todo lo posible para afianzar la amistad entre los dos pueblos", fue todo lo que dijo.

Realizó Matthäus una ofrenda floral en el Memorial, pero hasta ese gesto fue criticado. Porque no se arrodilló.

Las críticas de nada sirvieron al fútbol. Alemania ganó 0-2, y la visita le costó 100.000 dólares al gobierno israelí. Una inversión para acercar posturas con la UEFA. Flaco favor le hizo la prensa con ese comportamiento tan revanchista.

En 2012, con motivo de la Eurocopa de Ucrania y Polonia, Alemania trató de enterrar de una vez por todos el hacha de guerra. Después de vencer 2-0 a Israel en Leipzig visitaron Auschwitz y realizaron un sentido homenaje a las víctimas. Y nadie se escandalizó. Cómo hemos cambiado.

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