Llegó hace cinco años procedente del Lens y con un valedor muy especial: Zinedine Zidane. Tocó el cielo en el tercer año de Mourinho pero ahora se ha visto relegado por la resurrección de Pepe. Su protagonismo ha decrecido exponencialmente por una razón particular... las lesiones.
Todo lo que le sobra en aptitudes al francés, le falta de suerte. En la última temporada con el técnico luso, Varane alcanzó la titularidad relegando a Pepe a un segundo plano gracias a los 33 partidos que disputó a primer nivel. El pasado curso fue su etapa más prolífera (46 encuentros), pero este año sólo ha participado en 23.
Su falta de partidos este año se debe, como no podía ser de otra manera, a las lesiones. El galo ha sufrido un total de tres lesiones durante el curso, pero la más dolorosa ha sido la última, ya que le ha privado de poder participar en el último tramo de la Liga y en la final de la Champions, además de dejarle sin posibilidad de jugar la Eurocopa.
Y precisamente esta situación es la que atormenta al jugador. Pese a cumplirse tres años de su escalada hacia la cima de la mano de 'Mou', el francés no ha podido culminar ese paso hacia la élite debido a sus continuas lesiones. Varane no tiene dudas: sabe que quiere seguir en el Real Madrid y que Zidane confía ciegamente en él, pero no sabe si podrá rendir al nivel esperado.
Es por esto que desde que culmine su recuperación dirigirá sus miras hacia la próxima temporada. Seguirá en el Madrid y está llamado a hacer historia en el club blanco... si su físico se lo permite.