El Real Madrid, que hizo el 1-0 al Manchester City a la hora de juego, vio cómo en apenas ocho minutos el panorama cambió radicalmente. En el 78' empató Gabriel Jesus, en el 83' De Bruyne puso el 1-2 de penalti y, para colmo, en el minuto 86 fue expulsado Sergio Ramos por una falta en la frontal.
Al Real Madrid le pasó algo poco usual en su historia de Champions. En apenas ocho minutos, el gran resultado que llevaba ante el Manchester City se convirtió en una pesadilla difícil de asumir. Cuando aún se intentaba digerir el cambio al 1-2, llegó el más difícil todavía: Sergio Ramos vio la tarjeta roja.
Fueron tres impactos durísimos para los de Zidane, que en el 78' vieron cómo empataba con polémica Gabriel Jesus, en el 83' De Bruyne hacía el 1-2 de penalti y, para colmo, se quedaba con diez a cuatro minutos para el final.
Tras un mal pase atrás de Casemiro, Gabriel Jesus encaraba a Courtois a punto de ingresar en el área. Entonces, le tocó el sevillano, no muy fuerte pero sí lo suficiente, a juicio del colegiado, para derribarle en la frontal. No titubeó el italiano, que señaló la falta y le mostró la roja.
Sergio Ramos, cariacontecido, completó de esa manera un encuentro que le dejará marcado. En la primera mitad estuvo a punto de hacerse un autogol, fue protagonista indirecto de la acción del 1-1, en la que los blancos pidieron falta previa de Gabriel Jesus por empujón y acabó antes de tiempo el choque, lo cual le impedirá jugar el partido de vuelta en el Etihad.