Quedan menos de 1.500 entradas disponibles para el 'No hay billetes' y habrá una nueva movilización malaguista en la previa del partido. El mejor registro de asistencia sigue estancado en los 22.128 espectadores. El Málaga no gana como local desde noviembre, hace seis meses.
Es el último partido en casa de la temporada y se puede certificar la permanencia matemática por parte del Málaga. Hay muchos alicientes que rodean al encuentro de este sábado en Martiricos a partir de las 20 horas contra el Burgos. Muchas sensaciones y muchos sentimientos después de una temporada compleja. Habrá felicidad -esperemos- y también lágrimas -confiemos que sean de despedida-. Porque el fútbol dirá adiós este fin de semana en La Rosaleda. Echará el cierre a un año desastroso y rocambolesco.
En la mente de todos los malaguistas se espera que sea un final feliz. Porque la permanencia aún está en juego y porque el Burgos, aunque tiene los deberes hechos, tiene intereses económicos por delante. Pero la salvación debe quedar sellada este fin de semana para evitar males mayores. Y para la cita, aunque el partido está declarado de alto riesgo, el club ha puesto en marcha una jugosa promoción que ya está dando sus frutos.
Y es que en la mañana del miércoles quedaban menos de 1.500 entradas disponibles. ¿Se rozará el lleno? Es posible, pero también hubo mucho movimiento de entradas para el partido contra el Oviedo y finalmente se registró algo más de 20.000 espectadores. En cualquier caso, todo hace indicar que se colgará el cartel de ‘No hay billetes’ y que se superará este sábado por la noche la mejor entrada del curso, que sigue estando en el encuentro contra Las Palmas de noviembre con 22.128 espectadores.
Además, la afición malaguista se ha movilizado una vez más para este último encuentro y también hará el último corteo del curso. La afición ha sido convocada por los colectivos malaguistas a las 17 horas en la Zona de La Roca. También a las 18 horas en la recta de Tribuna, para hacer un recibimiento al equipo. Y a las 19 horas el corteo que ya se llevó a cabo con éxito en la última jornada como locales.
Sí, se espera una fiesta. Y se espera acabar también con seis meses de maldición, donde el Málaga no ha conseguido ganar como local. Un calvario que se ha alargado en el tiempo y que pretende poner fin esta jornada el Málaga ante el Burgos, para que sea una despedida de La Rosaleda a lo grande.