Si hay un equipo que vive en una eterna cita con la historia, ese es el Real Madrid. El 6 de junio, Zidane y compañía consiguieron lo que nadie antes había logrado: levantar dos Champions League consecutivas. Y esta tarde se le abre un nuevo sendero hacia la gloria futbolística. Se inaugurará la próxima edición del torneo continental por excelencia ante los ojos de un Madrid que quiere seguir batiendo récords.
Cuando, hace un año y medio, Benítez fue sustituido del cargo por su complicada relación con los jugadores, Florentino se sacó de la manga al que fue uno de sus grandes golpes de mercado durante su primera etapa en el cargo. Zinedine Zidane, sin experiencia en banquillos de élite, aceptó el reto de entrenar a un equipo herido en su orgullo.
Las dudas no tardaron en llegar. La validez del técnico galo se puso en duda continuamente, pero los resultados fueron calmando los ánimos. Zidane pasó de ser 'el entrenador de la flor' al gran artífice de un Madrid que hizo historia... y al que se le presenta una ocasión de oro para ser recordado por siempre.
El seno blanco piensa en un sextete que le pondría a la altura del mejor Barcelona de la historia, el de Guardiola, pero la afición es consciente de que hay un trofeo que está por encima de todos: la Champions que arrancará el próximo 13 de septiembre.
Es complicado, casi imposible, pero el torneo por excelencia en Europa podría ser blanco por tercer año consecutivo. Una hegemonía nunca vista hasta ahora y que sería un duro golpe para los grandes equipos continentales durante los últimos años como Barcelona, Bayern y Atlético de Madrid.
En el fútbol, la suerte es un factor que suele ser decisivo para alcanzar el éxito. Y buena parte de las posibilidades del Madrid para seguir escribiendo la historia pasan por el sorteo de este mismo jueves, que tendrá lugar en Mónaco a partir de las 18.00 (hora española).
Allí, además de conocer a los que serán sus rivales en la próxima fase de grupos, la expedición blanca podría ver cómo la UEFA corona a Cristiano Ronaldo como el mejor jugador en competiciones europeas de la pasada temporada. Aunque comenzó la competición un tanto renqueante, el luso, que es el gran favorito al galardón, se convirtió en un jugador clave gracias a sus dos asistencias en la eliminatoria frente al Nápoles, sus cinco goles ante el Bayern, su 'hat trick' en la ida de semifinales contra el Atlético y su doblete en la final de Cardiff en la que el Madrid levantó la 'Duodécima' por 1-4 ante la Juventus.