Lafont enseña el camino a los creyentes
Un gran partido de Lafont permitió al Nantes sorprender y dar un zarpazo a un Paris Saint-Germain que se quedó mudo solo cuatro días después de ganar al Real Madrid.
El Nantes puede regalarle el vídeo al Real Madrid de cómo jugarle al Paris Saint-Germain. Después de una exhibición con poco premio de los parisinos, este sábado se estrellaron en la Ligue 1.
Hubo un hombre al que poner una estatua, Lafont. El portero del Nantes volvió a demostrar que, sin estar bajo los focos, es uno de los mejores de la competición con una exhibición que contará a sus nietos.
Se sentará en el sofá y recordará cómo un día fue capaz de evitar hasta cinco goles claros en la primera mitad, y otros tantos en la segunda para evitar una remontada del PSG.
Se tuvieron que frotar los ojos todos los presentes. Al descanso, el Nantes ganaba por 3-0, pero bien podía ser el resultado un 3-5 de no ser por el arquero local.
A Bernat, a Mbappé, a Messi, a Neymar y a Gueye. Todos ellos hincaron la rodilla mientras la velocidad de Moses Simon y de Muani desbordaba a la deleble defensa de Pochettino.
Y es que las rotaciones no le salieron bien al técnico argentino. Apostó todo al ataque, con su tridente de oro, y cambió los laterales, por donde llegaron los goles en contra.
Primero Muani, tras una pérdida de Mbappé en la frontal del área del Nantes, después Merlin, con un disparo con magia que se marchó directamente a la escuadra.
Justo después de un susto para el PSG, con el tobillo de Mbappé, y para el Nantes, con una roja a Appiah que finalmente cambió a amarilla, Blas puso el 3-0 tras un penalti por mano de Wijnaldum.
Pareció salir con la lección aprendida del descanso el subcampeón de Francia. Pasado el minuto recortó distancias por medio de Neymar, tras una gran acción con Messi que le brindó el 3-1.
Sin embargo, no contaba con tener a Lafont enfrente... de nuevo. El portero del Nantes no solo paró el ridículo penalti lanzado por Neymar, sino que tapó cada hueco que había en la portería.
La fe que tuvo el PSG tras el paso por vestuarios se fue difuminando. Pasó el PSG de dominar y quedarse corto ante el Madrid a poder recibir una paliza, o también darla, ante el Nantes.