Las 26 temporadas desde el último descenso, en cifras

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El Espanyol certificó su descenso matemático. EFE/Archivo

Certificado su descenso a Segunda División, donde jugará por primera vez desde la temporada 1993-94, es tiempo de mirar atrás, y ver qué han supuesto estos 26 años de presencia ininterrumpida en Primera para el Espanyol.

Será la quinta temporada que el Espanyol juegue en Segunda División, y la primera desde la 1993-94. Desde entonces, 26 años en Primera, con sus momentos buenos, y con otros no tan buenos.

En esos 26 años, como recuerda 'AS', el Espanyol ha tenido tres casas, han pasado 30 entrenadores por su banquillo y la sensación generalizada es que el descenso se podía haber evitado.

Han sido 26 años llenos de altibajos, que comenzaron con el Espanyol jugando en el viejo Sarrià, mítico estadio que fue demolido solo tres años después del retorno a Primera de los 'pericos'.

Desde 1997, el Estadio Olímpico de Montjuïc fue la casa del Espanyol, hasta que en 2009 fue inaugurado el RCDE Stadium, su actual casa, cuyo nombre también ha sufrido varios cambios: de Cornellà-El Prat, por su ubicación, a Power8 Stadium.

Fue la venta de los 'naming rights' del estadio una de las muchas pistas que aventuraban a pensar que algo no iba bien en el Espanyol. La última década, los altibajos se hicieron más fuertes.

La inestabilidad deportiva y financiera iban de la mano, y no se puede entender una sin la otra. La llegada de Mr. Chen y el Grupo Rastar dio estabilidad, pero había demasiadas vías de agua.

Fue un espejismo. Con la nueva directiva, el Espanyol fue mejorando su posición en la tabla, año tras año, hasta la debacle de un 2020 para olvidar en todos los sentidos. El Espanyol ha sido el último de una larga lista de equipos que no ha sabido, o no ha podido, compaginar la Liga con Europa.

Hasta cuatro entrenadores han pasado por el banquillo blanquiazul esta temporada. Comenzó David Gallego, le reemplazó Machín en octubre, a este Abelardo en enero, y finalmente, Rufete tomó el mando, a cuyas órdenes se certificó un descenso que a nadie sorprendió a esas alturas de la temporada.

En total, 30 entrenadores en 26 años, otra prueba de la inestabilidad de un club que no ha sabido mantener un proyecto a largo plazo. Como resultado, en esos años, el Espanyol ha tocado la gloria en varias ocasiones, pero también se ha asomado al abismo, hasta que se cayó.

Ha habido dos etapas claras en este periodo de casi 30 años. Una, hasta 2002, y otra a partir de entonces. La primera está marcada por la estabilidad. Apenas se sufrió, e incluso se celebró el primer trofeo en 40 años, la Copa del Rey del año 2000.

Pero tras el fiasco del proyecto estructurado en torno a Juande Ramos, en 2002 empezaron las turbulencias. Porque aunque en 2006 ganó una nueva Copa del Rey y en 2007 se plantó en la final de la Copa de la UEFA, el Espanyol jugó con fuego en varias ocasiones.

Esa temporada, la 2002-03 comenzó con la destitución de Juande, dio un bandazo con Ramón Moya, y acabó con Javier Clemente salvando al equipo en la segunda vuelta.

Y lo mismo al año siguiente, esta vez con Luis Fernández, tras el ceses del vasco mediado el curso. Solo abandonó el descenso a tres jornadas del final, tras permanecer en él desde la tercera del curso.

En 2009, otra vez. El equipo que fue líder en la jornada 2 tocó fondo en la 21, y Pochettino, con una segunda vuelta apoteósica, acabó dejando al Espanyol en una increíble décima posición: en la jornada 29 era colista.

No fue la última. Aguirre, en 2013, y Galca, en 2016, volvieron a obrar el milagro, pero solo retrasaron lo inevitable, un descenso que se acabó consumando en un fatídico 2020.

Resulta irónico que, en estos 26 años, lo más estable del Espanyol haya sido la presidencia. Solo ha tenido tres presidentes en este tiempo En 2016 Mr. Chen se hizo con la propiedad del equipo, saneó sus cuentas, pero pagó un caro peaje, el descenso.

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