El Bayern volvió a recuperar la sonrisa tras haber pasado penurias en los últimos tiempos. El Schalke 04 fue la víctima perfecta para los de Kovac, que se hicieron fuertes en el Allianz Arena (3-1).
Tras certificarse el triunfo, Kimmich se acercó a una de las gradas para entregarle su camiseta a un pequeño aficionado. El niño, con su pancarta, ya se hacía la idea de que iba a conseguir el premio.
Sin embargo, un hombre que estaba detrás suya metió la mano y cogió la camiseta. Los hinchas que estaban en la zona le hicieron ver que eso no estaba bien, ya que el regalo del futbolista era para el muchacho. Finalmente, todo se arregló y el fan del Bayern recuperó la sonrisa.