El meta del Nápoles se llevó un rodillazo fortuito de su compañero Mario Rui que le dejó varios minutos tumbado sobre el terreno de juego y que le llevó a ser sustituido con una herida en la cabeza. En marzo acabó en el hospital por una acción similar.
David Ospina dio un gran susto en el campo del Atalanta. El meta del Nápoles, tras un saque de falta y despejar la bola, se llevó un fortísimo golpe en la cabeza de parte de su compañero Mario Rui con la rodilla. La situación acabó con una herida y su retirada del campo en camilla.
A la espera de un diagnóstico, ahí quedó la alarma. Porque se vio que el impacto fue muy fuerte, a bocajarro, y con la rodilla del jugador del Atalanta. En cuanto se llevó el porrazo, el propio portero hizo el gesto del cambio, ya con sangre en el rostro.
De hecho, se quedó durante varios minutos tendido en el terreno de juego. Incluso por momentos las cámaras dejaron de enfocar al portero, al que se veía quieto y parecía inconsciente, pero al ser retirado en camilla tenía los ojos abiertos, aunque muy dolorido.
Ospina sangró y se fue con una herida tapada a los 28 minutos, cuando fue sustituido por Meret.
No es la primera vez que le ocurre al meta colombiano, quien el pasado mes de marzo acabó en el hospital tras un choque contra Pussetto en un choque liguero contra el Udinese.
La buena noticia llegó durante el segundo tiempo, cuando se vio a Ospina entre los suplentes presenciando el encuentro, así que resultó un alivio pensando en que incluso pudiera ir a un hospital, aunque fuera en estado de observación.