Clément Lenglet fue protagonista en el José Zorrilla este martes por el gol que abrió la lata para el Barcelona ante el Valladolid, pero sobre todo por su emotivo gesto hacia Moussa Wagué, lesionado y con su carrera pendiente de un hilo.
El Barcelona se fue al descanso ganando por 0-2 en un partido que dominó de cabo a rabo, y al fin se vio un gesto que hace equipo y piña, una de los aspectos claramente a mejorar por el vestuario de Koeman.
Lenglet, en este sentido, fue el actor principal de esta historia, que tuvo lugar en el minuto 21, cuando el central francés cabeceó un centro perfecto de Messi tras la salida de un saque de esquina.
A continuación, el ex sevillista se acordó de Wagué con la primera camiseta azulgrana de esta temporada y su nombre. Un gesto que le honra, y más teniendo en cuenta el enorme calvario que está sufriendo el joven lateral 'culé'.
El golpeo que sufrió Wagué ante el Aris en la Liga Griega acabó con él estrellándose contra el poste y su diagnóstico, rotura del tendón rotuliano y el ligamento cruzado lateral, posterior y anterior de su rodilla derecha.
Wagué regresó a la disciplina del Barcelona tras su periplo de cesión en el PAOK. Una tragedia para el senegalés, que, después de quedarse sin sitio en el Barcelona, vivía un gran momento en Grecia, con once partidos disputados en la competición liguera y la Europa League, y una asistencia.