Corría el minuto 90. Con 4-3 en el marcador a favor del RB Leipzig, el Bayern de Múnich confiaba en la remontada y se vino arriba en el último cuarto para lograrla. Pero, pese a no jugarse nada, la tensión se pudo cortar con un cuchillo justo antes del gol del 4-4 anotado por Alaba.
Y es que, el Bayern de Múnich disponía de una falta lejana a la altura de la frontal justo en el minuto 90. Alaba se la pidió, pero Lewandowski fue hacia él para coger el balón y golpearlo él.
Sin embargo, el austriaco tiró de galones y, tras una discursión un poco subida de tono, Alaba hizo oídos sordos a su compañero, se la colocó de la mejor manera para ejecutarla... y la lanzó.
Directa a la escuadra izquierda de la meta de Gulácsi. Un golazo sensacional ante el que Lewandowski no tuvo otra que felicitarle.