La remontada en cuatro minutos del Bournemouth al equipo londinense sacó lo peor de cada uno, pero como no todos responden igual a los fuertes estímulos que provocan ver a tu club perder, el partido nos dejó estas dos curiosas imágenes.
La primera es la de un aficionado que estaba a punto de ponerse a llorar tras el gol de Ibe en el minuto 74' que dejó a su equipo por debajo en el marcador.
La segunda, de un 'supporter' que no paraba de gritar "Rubish, rubish" ("Basura, basura") a la conclusión del partido.
Dos maneras de ver el fútbol y dos maneras de sufrirlo. Lo que sí es claro es que todo aficionado del Arsenal debe llevar por dentro un sentimiento muy parecido tras la última derrota.