No hay nada imposible para Leo Messi. El jugador argentino ha demostrado en muchas ocasiones que sí hay alguien capaz de conseguir lo inimaginable es él. Pero nunca podrá conseguir lo que sí hizo Ronaldinho: recibir una ovación del Santiago Bernabéu.
3 de noviembre de 2005. El Barça lograba un histórcio 0-3 ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu con una actuación memorable de Ronaldinho Gaúcho, que marcó dos de los tres tantos. Y tras el tercer e impresionante gol, el público madridista no pudo más que levantarse y aplaudir al genio brasileño.
Un gesto histórico que hasta el momento sólo se había producido una vez con anterioridad: con Diego Armando Maradona. Las dos figuras fueron aplaudidas por un Bernabéu que tuvo que sufrir sus exhibiciones en varias ocasiones para deleite de la hinchada 'culé'.
Pero la figura de Leo Messi va más allá. El argentino no sólo ha realizado varias exhibiciones sino que ha convertido al conjunto blanco en una de sus víctimas favoritas y ya es el jugador que más goles ha marcado en la historia de los 'Clásicos', superando hasta el mismísimo Alfredo Di Stéfano.
El argentino se ha convertido en enemigo público número uno en el Bernabéu, protagonizando varios rifirrafes con la afición blanca. En uno de los últimos 'Clásicos' a la grada madridista exhibiendo su camiseta tras marcar el tanto de la victoria en el descueno en un gesto que pasará a la historia.
Messi nunca logrará ese aplauso que Ronaldinho sí vivió. O al menos a corto plazo parece absolutamente imposible.