El internacional eslovaco Stanislav Lobotka se dejó ver por la clínica Villa Stuart de Nápoles. Hasta allí se trasladó para pasar el reconocimiento médico, único trámite que lo separa de convertirse en nuevo jugador del conjunto dirigido por Gennaro Gattuso.
Celta de Vigo y Nápoles cerraron el acuerdo para el traspaso del centrocampista, por el que el conjunto italiano pagará 20 millones de euros más otros cuatro en variables.
Lobotka llegó a Balaídos en el verano de 2017 procedente del Nordsjaelland, que recibió cinco millones de euros y se guardó un 25% de una futura venta.
Siete meses después, el jugador amplió su vinculación con el Celta hasta junio de 2023 a cambio de una mejora de su contrato y una subida de su cláusula de rescisión, fijada en estos momentos en 50 millones de euros.
El jugador eslovaco, que firmará un contrato de cinco años con su nuevo club, viajó esta misma mañana a Italia, después de pernoctar en la capital de España. Por decisión propia, ya no jugó el último partido de Liga ante el Osasuna, como explicó su todavía entrenador Óscar García Junyent a la finalización del encuentro.
Falta que Lobotka estampe su rúbrica en el contrato. Según la prensa italiana, esa firma quedará grabada en el papel durante la jornada de este sábado.