El Málaga femenino empató en el minuto 97 un partido que estaba perdido y en el que acumuló méritos y fútbol para haber sumado el primer triunfo del curso. El 0-1 del filial del Granadilla en el arranque generó impaciencia, aunque la casta premió a las blanquiazules justo en la última acción del duelo.
El Málaga femenino sumó su primer punto con esa cara difícil de definir porque tenía el consuelo de un empate cuando todo estaba perdido y la frustración continua de ver que no ganó un partido que mereció por fútbol y entrega.
La falta de coordinación entre Lucía y la defensa a los 13 minutos fue una losa demasiado pesada el resto del choque. El 0-1, obra de Marina, y que se encontró el filial del Granadilla sirvió para permitirles jugar su partido de contención y ritmo pausado y generó algo de impaciencia y nervios en un Málaga que siempre demostró mejores argumentos.
Colectiva e individualmente. Con Buceta aportando frescura y mando en la organización, y María tirando diagonales peligrosas en la derecha del ataque, el inicio vaticinaba un guion más feliz. Pero ese error lo cambió todo.
Las de José Herrera absorbieron el balón y el control, aunque abusaron de tocar y tocar en la primera mitad y faltó probar más a la portera visitante, que tuvo que sudar menos que las defensas. Apenas un cabezazo de Judi creó peligro.
En el último cuarto de hora de la primera mitad apretaron las locales. Buceta y María formaron una buena sociedad. Un gran pase de la gallega para la canterana a punto estuvo de suponer el empate. Nayluisa lo impidió.
Aunque la parada del partido la firmó a un tiro de Pamela con tremenda palomita en el ecuador de la segunda mitad. Eso sí, un cuarto de hora antes Lucía evitó un claro mano a mano que habría sentenciado el encuentro.
José Herrera, cuya propuesta futbolística gusta, no dejó de buscar alternativas a cada sustitución y con los cambios de posiciones. Pamela acabó de central y Lorena, que debutó con muchísimas ganas, aportó más peligro aún cuando cambió la derecha por la izquierda. También Encarni aportó explosividad y ganas.
El paso del tiempo sin el empate y la falta de gasolina hacían imposible puntuar. María y Lorena la tuvieron plantándose ante la meta canaria, pero la bola no quería entrar. Sin embargo, no perdió la fe el cuadro blanquiazul.
En el minuto 97, en una buena acción de ataque con paciencia cuando el reloj amenazaba, Ana Buceta abrió para Encarni, que la puso al segundo palo, donde la cabeza de Lorena dejó el mal menor.
Pese a que aún no ha llegado la primera victoria, los fundamentos son buenos para que la calidad y ganas blanquiazules marquen la diferencia este año en la categoría.