Estos días la presión por ganar o agradar, la rivalidad con otra afición o simplemente la ausencia de un resultado favorable han sacado a la luz las peores versiones de jugadores como Griezmann, Piqué, Neymar o Cristiano Ronaldo, superados y encarados con 'adversarios' no futbolísticos.
No es habitual que con el partido en juego un futbolista se frene un momento para girarse hacia la grada y mandarla callar. Eso hizo Griezmann en el Calderón ante el Valencia cuando decidió frenar una contra en los últimos segundos de partido para que el encuentro acabara y los puntos quedaran en casa. La relación, ya se sabe, no pasa por el mejor momento porque no anda muy fino este año.
Porque la jornada fue pluscuamperfecta para los de Simeone, que alejaron a dos rivales directos como el Madrid, el Sevilla, el Villarreal o el propio Valencia, amén de recortar dos puntos al Barcelona. Pero los recientes escarceos del francés con los 'azulgrana' siguen pesando en unos tratos deteriorados con el que hace poco era el niño mimado de la grada 'colchonera'.
También hizo el gesto de pedir silencio, aunque en circunstancias bien distintas, Gerard Piqué. Si ya de por sí le encanta provocar, más aún cuando el rival es el Espanyol. La tensión con los 'pericos' ya venía caliente del enfrentamiento copero, con el ya célebre "Espanyol de Cornellá". Tras un partido escuchando insultos hacia él y su familia, nada más triunfador para el central que hacer el tanto del empate cuando los catalanes ya casi festejaban la victoria.
Piqué es un habitual de este tipo de situaciones. Siempre pitado cuando juega con la Selección Española, su colección de aficiones rivales enojadas va en aumento.
A Cristiano Ronaldo también se le ha visto envuelto en bastantes situaciones incómodas, aunque la del pasado domingo fue insólita. Cambiado por Zidane justo cuando Isco acababa de hacer el 1-2, en cuanto se sentó en el banquillo encontró un nuevo rival en un operador de cámara que buscaba su reacción tras la sustitución de carácter técnico.
El luso lo mandó callar varias veces y le insistió que el foco estaba en el campo. Pero el portugues es siempre un tipo muy transparente en sus reacciones, sobre todo cuando no van bien las cosas.
Y si Piqué colecciona aficiones enfrentadas, un camino similar transita Neymar. En su caso, por regates o arabescos que los contrarios u otras hinchadas consideran fuera de lugar. No será la primera ni la última vez que se vea en un fregado así. "Algunos provocan pegando, yo con el balón", dijo tras vencer al Rennes en la Copa de la Liga hace unos días. Con el Barcelona ya fue protagonista de episodios así, como en una final de Copa frente al Athletic.
Hace unos días, Paul Pogba también fue protagonista por un conflicto poco habitual. En pleno encuentro, el francés solicitó a Moutinho que le adelantara en el campo, que no quería actuar como mediocentro. La discusión finalizó con el galo siendo sustituido y una cara de muy pocos amigos.