El miércoles arranca la Champions League y el sábado llega el 'Clásico'. Es decir, que comienzan las semanas de tres partidos y máxima exigencia, lo que obliga a los actores secundarios del Real Madrid a responder. Sucede que los primeros pasos no son muy halagüeños.
Ante el Cádiz, Zinedine Zidane dio algunas alternativas en el once y optó por jugadores relegados a la segunda unidad como son Marcelo, Isco y Lucas Vázquez. Y tras los 90 minutos, los tres fueron de los más señalados por la crítica.
Puede que no le hayan quedado egos o descontentos, como sucedía con Gareth Bale o James Rodríguez, pero la profundidad en cantidad de la plantilla no se corresponde con su rendimiento. No falta calidad, pero algo no funciona.
El brasileño ha sufrido en demasía y de hecho ha participado en todas las derrotas de la nueva etapa de Zidane, ocho. Mientras, el técnico sigue confiando en recuperar a un Isco que no carbura, y Lucas Vázquez, su ojito derecho, ya no da ni goles ni asistencias.
A ellos se añadieron otros jugadores como Militao, Nacho y Odriozola, quienes tampoco ofrecieron seguridad ante el Cádiz. Y Jovic, al que se le anuló un gol por fuera de juego, estuvo nuevamente poco incisivo y falto de ritmo pese a venir de jugar con su selección.
Pese a ello, Zinedine Zidane no quiso hablar de nombres propios en su comparecencia de prensa tras el partido. Tampoco este domingo, en una reunión con los jugadores en la que reclamó "actitud" y trató de mantener un tono de unidad.