Su nombre es uno de los que maneja la prensa británica como principal responsable del despido de Ranieri, junto a Jamie Vardy. El argelino se ha defendido, pero los aficionados del Leicester no se creen sus palabras.
Su mensaje de despedida fue emotivo, cargado de gratitud hacia el ex entrenador del Leicester. Unas palabras dulces que buscarían tapar los rumores que le señalan como el principal traidor de ese nido de víboras que parece ser el vestuario del Leicester.
Los aficionados del equipo no se han creído estas palabras. Han respondido a su mensaje llamándole 'serpiente', el modo que tienen los ingleses de llamar a los traidores.
Sus tres mensajes de despedida se han convertido en una batalla de 'tuits' entre los que le consideran un traidor, y los que confían en su inocencia.
El nombre de Mahrez como uno de los conspiradores ha sido el último en salir. Los tabloides británicos pusieron su punto de mira sobre otros cuatro pesos pesados del vestuario de los 'foxes': Vardy, Morgan, Schmeichel y Albrighton.
Curiosamente, dos de los cuatro han salido ya al paso de esos rumores, con despedidas cargadas de gratitud hacia Ranieri.
Es inevitable pensar en la analogía con el asesinato de Julio César, traicionado por aquellos en quien confiaba, y apuñalado por aquél al que quería como a su hijo. Ranieri sería César, y Mahrez, Bruto.