El Rayo Vallecano y el Valencia empataron en el cierre de la jornada 31 de Primera División. Un gol de Carlos Soler hizo pensar que los 'ches' se llevarían tres puntos gracias a su efectividad, pero la insistencia local valió por las tablas. Las firmó Sergi Guardiola en una gran contra comandada por Isi. Mamardashvili salvó a los de Bordalás cuando más sufrieron; sobre todo, en los minutos finales.
La efectividad se alió con el Valencia para obligar al Rayo Vallecano a forzar un reparto de puntos en el último partido de la jornada 31 de Primera División. Los de Andoni Iraola se mostraron superiores por lo general o, al menos, en más periodos del encuentro, pero no se vieron capaces de encontrar, hasta los minutos finales, el gol que hiciera justicia a ello. Los 'ches', sin tanto brillo, estuvieron cerca de cosechar los tres puntos.
El primer gol del encuentro lo anotó Carlos Soler en la segunda mitad. Justamente en un contexto en el que eran los locales los que más estaban proponiendo, el '10' apareció para adelantar a los suyos con cierta fortuna. Recibió un pase raso en el área de Dimitrievski, lo remató de primeras, vio cómo su chut era desviado por la pierna de Catena y cómo confundía al cancerbero para terminar en el fondo de las mallas.
La diana supo dulcísima para los representantes de Mestalla, que eran los que menos cómodos se sentían en el campo. Su entrenador trató de ponerle solución con un doble cambio para la segunda mitad, introduciendo a Foulquier y a Marcos André. Aun así, la sensación de que los franjirrojos estaban por delante no remitió.
Los de Iraola, de hecho, llegaron a ver puerta en un tanto que fue anulado, bien anulado, por fuera de juego de Pathé Ciss. El '21', que había entrado desde el banquillo, recibió adelantado una prolongación de cabeza de Catena que él envió a la red de Mamardashvili a bocajarro. El guardameta, en esta acción, no tuvo tiempo de reaccionar.
Pero Mamardashvili sí que llegó a tiempo en muchas otras y tuvo mucho que ver con que el Valencia opositara a la victoria. Una mano de reflejos felinos a Isi cuando el ex de la Ponferradina remachó el rechace de un chut de falta de él mismo, lo más vistoso, aunque la actuación del portero rezumó seguridad también por esas acciones no tan lujosas: despejar saques de esquina, atrapar centros a su área...
El larguero, eso sí, le salvó cuando, en el primer acto, Sergi Guardiola le retó con un centro envenenadísimo que acabó dando en el travesaño y abandonando el campo por línea de fondo. La pizca de acierto que le faltó al '16' para firmar uno de los goles de la jornada le sobró a los de José Bordalás, menos presentes en fase ofensiva y, aun así, los primeros en marcar.
Un triunfo de los valencianos no se habría entendido solo por su efectividad o el tino; también con su resistencia. Principalmente en las prostimerías del partido, los de José Bordalás tuvieron que soportar un chaparrón de balones franjirrojos que, al final, encontró su premio cuando Sergi Guardiola se entendió con Isi a la contra.
El '16' recibió un pase en profundidad del '7' que esperó a controlar una vez hubiera rebasado la línea de la frontal y, ya en la caja de Mamardashvili, le superó con un zurdazo a palo cruzado. El tanto desató la euforia en las gradas de Vallecas y la desesperación en el banquillo 'che', que tuvo que pedir un paso adelante para volver a ponerse por delante.
En la escaramuza de los minutos finales, donde los de Iraola apretaron muchísimo y Mamardashvili apareció de forma providencial de nuevo para salvar el 2-1 varias veces, se refrendó el reparto de puntos. Se antoja más frustrante en el bando vallecano, que estuvo por encima y se quedó con las ganas de darle una alegría a una afición que estaba entregada a la remontada.