Éric Lamela vio cómo su equipo sucumbía ante la potencia ofensiva del Barça. El Tottenham sigue con cero puntos tras las dos jornadas disputadas de Champions League, pero el argentino se llevó el 'otro premio' del partido.
Leo Messi fue el protagonista absoluto del choque. El astro rosarino hizo un doblete y fue un auténtico quebradero de cabeza para los 'spurs' durante los 90 minutos en el escenario de Wembley.
Es por ello que su camiseta fue muy buscada tras el pitido final del colegiado. Sin embargo, su compatriota argentino sabía desde un principio que se llevaría la prenda del capitán azulgrana.
Tras el partido, Lamela explicó en zona mixta que su padre le habría "matado" si no le hubiera preguntado por su camiseta. Otra curiosa anécdota para el enésimo espectáculo de un Messi desatado.