El Metz es un caso único en Europa. En lo que va de siglo, el equipo francés ha subido o bajado de categoría en 15 de las 24 ligas disputadas. Ante el Stade de Reims busca el regreso a la Ligue 1 en lo que sería su cuarto cambio de división seguido y el sexto de las últimas ocho campañas.
El Metz se juega el ascenso a la Ligue 1 en la temporada. Lo que para muchas aficiones sería un elevado estado de nerviosismo, para la del equipo gala supone otro día en la oficina. Mejor dicho: otro día en el ascensor. Ahí es donde está acostumbrado a vivir los años el club lorenés. De las 24 campañas que llevamos en este siglo, en 15 de ellas cambió de categoría.
Con 7 descensos a Ligue 2 y 1 a National, por 6 ascensos a la Ligue 1 y 1 a la segunda categoría. Ahora, la afición del Metz, tras el empate (1-1) en su campo contra el Stade de Reims, espera hacer bueno su hábito y regresar a la élite. Y así cuadraría el círculo por cuarto año seguido, ya que desde que bajó en la 21-22 no ha parado de alternar ascensos y descensos cada curso.
La etapa de más ebullición transcurrió en el lustro entre la 11-12 y la 15-16: tras descender a Tercera, los dos años siguientes hiló dos ascensos seguidos para regresar a la máxima división, para solo durar un año y al siguiente de nuevo recuperar la categoría.
Es más, en la ida disputada el pasado miércoles, la afición preparó un gran tifo que expresa la rutina y la sorna con esta realidad de su equipo: "Prioridad para los habituales", podía leerse frente a un dibujo de un seguidor del Metz dentro de un ascensor negando el paso a otro del Reims y una mano pulsando el botón de subida a Ligue 1.
Eso sí, esta campaña 24-25 tiene una particularidad no vista anteriormente por 'les grenats': siempre que han ascendido, lo han hecho de manera directa, no a través del sistema de 'play off'. Así que este ascensor no es apto para claustrofóbicos ni para supersticiosos...