Mi viejo amigo Unai

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Deulofeu está en un gran estado de forma. EFE

Watford y Arsenal se verán las caras en el cierre de la jornada en Inglaterra en un partido en el que se producirá un reencuentro entre dos viejos conocidos. Cedido por el Barcelona, Gerard Deulofeu llegó en la temporada 2014-15 a un Sevilla entrenado por Unai Emery. Condenado al banquillo y, en ocasiones, al ostracismo, su relación atravesó momentos complicados.

Libre de riesgos y clasficados para la final de la FA Cup, el Watford de Javi Gracia recibe este lunes a un Arsenal que todavía mantiene muy vivas sus opciones de clasificarse para la Champions League.

Para ello, el primer obstáculo de los 'gunners' pasa por conseguir un resultado positivo en Vicarage Road, batiendo a un equipo en el que últimamente está destacando un viejo conocido de Unai Emery.

Deulofeu y el técnico vasco coincidieron en la capital de Andalucía en la temporada 2014-15. El extremo, por aquel entonces, llegó cedido procedente del Barcelona con ganas de comerse el mundo, pero su excesivo individualismo le frenó durante su etapa como rojiblanco.

Lejos de tener la mejor de las relaciones, Emery llegó a decir de él que "todavía no tenía la madurez o capacidad de sacrificio requeridas en un profesional", por lo que le relegó largas temporadas al banquillo, llegando incluso a no ir convocado en varias ocasiones.

La discrepancia entre uno y otro estaba en la raíz, en el concepto. Mientras que el técnico de Hondarribia entendía que Deulofeu estaba inmerso en una etapa de aprendizaje, el canterano azulgrana se creía preparado para liderar a un Sevilla que venía de conseguir su tercera Europa League.

El papel de eterna promesa chocó de llenó con un Unai Emery que venía de demostrar un modelo exitoso de gestión de vestuario, propiciando una temporada de desaires y frustación en el futbolista que buscaría de nuevo acomodo en el Everton.

Tras su estancia en Liverpool, luego llegaron Milan, Barcelona y el Watford, donde viene desarrollando un gran nivel en las últimas fechas. Esta temporada se ha convertido en un fijo en el once, desarrollando un fútbol más orientado al espacio, mucho menos estático.

Nueve goles y cinco asistencias son sus cifras en la presente temporada, siendo clave en el pase a la gran final de la FA Cup con dos goles ante el Wolverhampton.

Su estado de forma es envidiable y se siente cómodo y con confianza, factores importantes y que tendrá que tener en cuenta Emery en la preparación del choque.

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