El entrenador del Girona, Míchel Sánchez, dejó claro que su equipo puede enfrentarse a cualquiera y "ganar" porque no ve a "ningún rival mejor" en la pelea por entrar en los puestos de 'play off'.
Antes de recibir la visita del Mirandés a Montilivi, el entrenador Míchel Sánchez afirmó este viernes que el Girona sigue dependiendo de sí mismo y que "puede ganar a cualquiera" y clasificarse para las eliminatorias por el ascenso a Primera División, ya que, en su opinión, no ve a "ningún rival mejor".
Para superar al Mirandés en un partido que calificó de "muy importante", Míchel pidió, en rueda de prensa, "poner orgullo, pasión y alma en cada jugada" a sus jugadores.
Además, insistió en que no quiere "una posesión estéril, sin agresividad, sin ir a por el rival" y afirmó que el Girona tiene que ser un equipo "agresivo y vertical".
También reivindicó la temporada que ha cuajado su equipo, y que "es la primera vez que se pierden dos partidos seguidos en 30 jornadas". Está "convencido" de que el equipo va a llegar a la última fecha dependiendo de sí mismo para jugar el 'play-off' de ascenso.
Sobre su renovación hasta 2024, anunciada este jueves, destacó que es "la primera vez" que se va a quedar en un club sin haber logrado el objetivo, ya que el equipo aún no ha certificado su presencia en la promoción, y agradeció "la confianza demostrada" por la entidad.
Su contrato acababa en junio, con una cláusula de renovación automática en caso de ascenso, pero dijo que "nunca" tuvo la sensación de que le quedara poco tiempo, ni de que su continuidad estuviera subordinada al ascenso.
En este sentido, aseguró que no quiere "hablar del futuro porque hay un presente muy bonito e importante".