Muchos son los jugadores que han pasado a lo largo de la historia del Atlético de Madrid. Algunos tuvieron una vida llena de triunfos, pero otros se fueron demasiado pronto. Ese fue el caso de Miguel Martínez, un futbolista cuya historia marcó para siempre al Atlético de Madrid.
Año 1964. Vicente Calderón se convierte en presidente del Atlético de Madrid y refuerza el equipo con nombres como Cardona, Luis Aragonés, Colo y Martínez.
Llegó el verano y el Atlético puso rumbo a Sudamérica para su habitual gira veraniega. Ya en plena gira, Martínez comenzó a sentirse mal tras una cena, mientras unos cuantos de la plantilla echaban una partida de cartas. El jugador en cuestión contó a sus sus compañeros Colo, San Román y Rivilla que no se encontraba bien.
Martínez se subió a su habitación a descansar. Colo, que compartía habitación con él, se asustó cuando la partida terminó y entró a la habitación en la que estaba Martínez. Lo encontró muy blanco, con sudores fríos.
Colo avisó a San Román y éste llamó al médico. Martínez fue trasladado al Hospital Británico y allí se le diagnosticó una mesoencefalitis. Entró en coma.
Para el resto de la expedición 'colchonera' la vida continuó. La gira sudamericana siguió su curso. Sus compañeros, muy preocupados, preguntaban frecuentemente por el estado de salud de su compañero, pero no había noticias nuevas: no lograban sacar a Martínez del coma.
Su mujer, Josefa Márquez, estaba embarazada. El futbolista jamás despertó para conocer al pequeño, que nacería unos meses después.
Pasaron tres años. El contrato de Miguel Martínez, que seguía en coma, terminaba en 1987. El Atlético organizó entonces un partido benéfico en homenaje al 'colchonero'. Fue todo un éxito. Todo lo recaudado fue para ayudar a su mujer y a su hijo.
Y así se llegó al año 1972. El 28 de septiembre, Martínez falleció tras ocho largos años en coma. Ahí terminó la vida del jugador, pero comenzó a la vez la lucha de su esposa.
Josefa Márquez peleó para que la muerte de su marido no cayera en el olvido y fuera reconocida como un accidente laboral, pero no lo consiguió. Dicen que un golpe en la cabeza que recibió Miguel Martínez en el año 1962, cuando él aún pertenecía al Betis, pudo ser el causante de aquello. En un encuentro contra el Barcelona, recibió un fuerte golpe y no pudo salir al césped en la segunda mitad. Nunca lo sabremos.
Sea como sea, aquel trágico acontecimiento del verano de 1964 marcó la historia del Atlético de Madrid. Uno de los rojiblancos que murió trágicamente y que el Atlético de Madrid llevará siempre en su corazón.