Míster Champions

Sergio Álvarez hace 6 años 52k
Cristiano Ronaldo se superó a sí mismo ante la Juventus. EFE

Exhibición de Cristiano Ronaldo en Turín ante una Juventus que se dejó la piel, pero que se vino abajo con el golazo de chilena del astro de Madeira en la segunda parte.

No hay nada que se le resista. Ha sabido pelearle de tú a tú Pichichis, Balones de Oro y récords a un semidios del fútbol como es Messi y ha sabido vacunar a los más grandes en su propio estadio, con toda la afición en contra.

Se le habían escapado pocos goles, pero desde el choque de Turín Cristiano Ronaldo podrá tachar uno más de la lista. El luso firmó una chilena espectacular -esa que le faltaba en su impresionante catálogo- para desnivelar un encuentro que estaba siendo bastante igualado hasta entonces.

Pero la Champions es la Champions y el Madrid es el Madrid. Los blancos, lejos de dejarse imponer por el ambiente, pronto dijeron 'aquí estoy yo'. Apenas habían pasado tres minutos de juego cuando el Madrid se ponía en ventaja ante una Juventus temerosa en exceso.

Isco caracoleó por banda y le sirvió en bandeja el gol a Cristiano. La defensa 'bianconera', más pendiente de Benzema que del luso, volvió a dejar a Cristiano demasiado solo y el delantero no perdonó en la suerte en la que es el mejor del planeta, el gol.

Otra Juventus

El tanto fue como música para las fieras. Serenó al Real Madrid y adormeció a la Juventus, que sólo pareció reaccionar gracias a la voluntad de un Dybala tan participativo como poco acertado. Lo probó 'la Joya' con un chut que tapó Sergio Ramos y acabó pagando su exceso de fogacidad con una amarilla por dejarse caer en el área que acabaría siendo decisiva tras el descanso.

Hasta él, dos ocasiones muy claras de la Juventus, ambas a balón parado, solventadas por Keylor y Varane ante un Higuaín con ganas de reivindicarse, y una aún más clara de Kroos, que vio cómo su violento disparo se estrellaba en el larguero de Buffon. Para entonces, los italianos estaban mucho más metidos en el partido que un Real Madrid que comenzaba a fiar la suerte del partido a la lotería del contragolpe.

El paso por los vestuarios reafirmó la idea de la Juventus y confirmó lo que ya había dejado ver el Madrid en el primer acto: que el resultado era muy bueno y el 0-1 era oro puro para la vuelta. Con los italianos apretando más que nunca y desquiciando a la defensa blanca -Ramos vio la amarilla y se perderá la vuelta-, llegó el chispazo que decidió el partido y seguramente también la eliminatoria.

La magia de Cristiano

Chiellini y Buffon evidenciaron su edad y Cristiano no lo aprovechó a la primera, pero sí lo hizo a la segunda de la mejor manera. Centró Lucas y todo el mérito fue para Cristiano, que voló esta vez sobre su cabeza para dibujar la chilena perfecta. Obra de arte, aplausos del público y un sincero gesto del de Madeira para agradecer la ovación que le brindaron los aficionados italianos.

El golpe fue tan grande para la Juventus que los italianos ya no volverían al combate. Prácticamente nada más sacar de centro, Dybala intentó controlar un balón en el centro del campo y se llevó por delante a Carvajal. El argentino tenía amarilla y Cakir no se lo perdonaría, aun a riesgo de saber que estaba dejando herido de muerte el partido con la roja al 'bianconero'.

La Juventus, con diez y sin su estrella, no supo si cerrar la puerta o lanzarse a por todas y se quedó a medias. Y eso ante un equipo como el Madrid es muerte anunciada. Los blancos maduraron el encuentro, ya con Kovacic y Asensio además de Lucas en el partido, y el tercero lo acabó firmando Marcelo tras una espectacular acción combinativa de los de Zidane.

No llegaron más por la mala suerte y porque Cristiano gastó sus balas, pero tampoco hizo falta para demostrar la superioridad de un Real Madrid que se convierte en acero inoxidable cuando llega su competición favorita.

Mencionados en la noticia