El Nantes derrotó al Niza en la final de la Copa de Francia y se proclamó vencedor de este torneo por primera vez desde el año 2000. En una competición en la que favoritos como el PSG o el Olympique de Marsella se quedaron fuera, dos equipos no tan asiduos a estos escenarios en la actualidad ofrecieron un espectáculo.
El Nantes vuelve a ser campeón de la Copa de Francia. Tras una sequía de 21 años desde 2001, con la Ligue 1, el club ha vuelto a los escenarios de relumbrón y lujo derrotando al Niza en la final de la Copa nacional, que vuelve a su poder por primera vez desde 2000. Se quedaron fuera, fases atrás, favoritos como el PSG, el Marsella o el Lyon.
Los de Antoine Koumbouaré se impusieron a los de Christophe Galtier en una cita muy igualada en la que los dos bandos midieron mucho sus apuestas para no arriesgar demasiado. De hecho, un error al pecar del error de no ser fieles a esta idea explica el único gol del encuentro, que anotó Blas de penalti.
Nada más arrancar la segunda mitad, Boudaui cometió una pena máxima que Blas transformó y que, aunque él no lo sabía en el momento de ver puerta, se convertiría en el tanto del triunfo. Desde que lo convirtió, su equipo se centró en cubrirse buscando la sentencia y acabó conquistando un hito que no se imaginaba a principios de temporada.
Las redes sociales del equipo, como era de esperar, se trocaron en un desfile de jolgorio en los minutos posteriores al pitido final. Para el Niza, decepción total, pues, aspirando a una final muy igualada con, como se ha mencionado previamente, los favoritos un escalón por debajo, no pudo aprovechar para ser campeón de nuevo.