Neymar se queda... con las ganas

José Luis Malo hace 5 años 13.9k
Neymar se quedará en el PSG. AFP

Tal y como se venía informado desde el sábado y en ausencia de un giro final en las últimas horas, se esfumó la posibilidad de un acuerdo con Neymar, que seguirá vistiendo la elástica del PSG. El Barça lo intentó, sin éxito; el Madrid, pudiendo haberlo hecho, se quedó con el freno de mano.

Igual que el no gol de Pelé, el de Neymar pasará a la historia como el no fichaje más famoso que se recuerde. El vertiginoso agosto en torno a su futuro deja al brasileño frustrado, al PSG musculado, al Barcelona en entredicho y al Real Madrid, como espectador de lujo.

Resulta hasta cómico que el "Se queda" que en su día enarboló Piqué en la foto con Neymar sea de nuevo el titular. Esta vez se cumplió su vaticinio, aunque para continuar en Francia. Aunque ya se ha abierto el interrogante de si en la próxima ventana de fichajes volverá el culebrón 2.0

La negociación más mediática de la historia dejará muchas heridas en todos los bandos. También dudas en todos los protagonistas. ¿Puso todas las trabas del mundo el PSG porque realmente nunca tuvo voluntad de negociar? ¿El Barcelona se limitó a hacer un esfuerzo de cara a la galería por Ney y por el propio Messi? ¿Pudo haber sacado a jugar su talonario el Real Madrid?

Neymar, al que el mismísimo emirato de Catar nunca quiso soltar, seguirá en el Parque de los Príncipes. Cómo, esa es otra historia. Porque se declaró en rebeldía, le dijo a Leonardo que quería volver al Camp Nou y su propia afición le vilipendió en el primer partido de Liga de manera vehemente. Hasta habría puesto dinero de su bolsillo por ir a la Ciudad Condal. 

Ya comenzó la campaña de lavado de cara del Paris Saint-Germain, aunque se necesitará tiempo, muchos goles y victorias importantes para que la hemorragia quede en cicatriz. 

Igualmente, el Barça queda erosionado ante la opinión pública. Por su falta de capacidad negociadora (por enésima vez sucumbió ante los franceses), por no pisar el acelereador de verdad o por poca solvencia. Sin embargo, el peor de los daños es de puertas para dentro.

Cacareó varios nombres de jugadores como moneda de cambio, pero especialmente los de Rakitic y Dembélé, pese a que en todo momento mostraron su contrariedad a ser incluidos en un intercambio. Poner el contador a cero no será fácil. 

Especialmente en el caso del croata, suplente en las tres primeras jornadas y que en las últimas dos ni siquiera llegó a tener minutos, pese a que partía como uno de los ojitos derechos del entrenador a principios de temporada.  

La guerra con Dembélé también fue muy mediática, pues su agente llegó a comparecer en varias ocasiones para explicar que en ningún caso se movería del Camp Nou.

El Real Madrid, por su parte, siempre tuvo un rol de actor secundario. A veces utilizado por el PSG para encarecer la operación, a veces por el clan Neymar para encontrar otra salida a la cárcel de París, casi un Alcatraz para él. Florentino Pérez, ya se sabe, tiene como amor platónico a Mbappé. Sólo por él daría un gran zarpazo.  

Los próximos meses deben ir devolviendo la normalidad a Paris Saint-Germain y Barcelona que, a pesar de que en esta ocasión incluso llegaron a compartir mesa en un par de ocasiones, siguen mostrando la mayor tensión entre clubes que hay en Europa. Cada vez que los azulgrana se han dirigido a ellos por un futbolista (Thiago Silva, Marquinhos, Verratti, Di María) se han llevado un buen portazo.

Con la clara convicción de que esto no se quedará aquí, sino que dentro de seis meses o el próximo verano habrá más episodios, ahora los despachos quedan atrás para que el balón vuelva a tomar el protagonismo. 

Ni PSG ni Barcelona han empezado bien el curso. Está por ver cómo reaccionan los clubes y cómo es el estreno de un Neymar que, entre negociaciones y un tobillo algo maltrecho, apenas ha completado entrenamientos de calidad pero al que Tuchel necesita ya vestido de corto. Por las bajas en su ataque y para que todo el mundo vea si Neymar sigue siendo ese futbolista top que siempre ha demostrado en París. 

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