El Barcelona puede tener motivos para quejarse del arbitraje recibido en el Giuseppe Meazza. Tras el gol anulado a Pedri por una mano de Ansu Fati, el árbitro decidió no señalar penalti en una acción defensiva de Dumfries en el área.
Fue un centro que llegó al área y que estuvo a punto de cabecear Ansu Fati de no ser por el brazo extendido de Dumfries, que parece que golpea claramente, cortando la dirección que llevaba el esférico.
Dembélé fue uno de los que más lo pidió en el momento. El partido se paró durante la larga revisión del VAR, mientras los jugadores del Barcelona daban por hecho que se señalaría... pero no fue así.
El colegiado pidió que siguiera el juego en el saque de esquina y la polémica se añadió a un encuentro lleno de tensión por lo que había en juego en la Champions League. Y Xavi estalló como hicieron muchos barcelonistas desde sus casas.