Nigeria convierte a Egipto en una estatua
La Selección de Nigeria se llevó por delante a una Egipto que apenas opuso resistencia y que no supo crear peligro. El encuentro se resolvió con un solitario gol de Iheanacho en el primer tiempo.
Era uno de los partidos de la fase de grupos, si no el mejor, y se quedó en un resultado demasiado corto. Se enfrentaron dos selecciones potentes y con jugadores de renombres, pero algunos brillaron más que otros.
Por encima estuvo Nigeria en prácticamente todo el encuentro. Egipto tuvo momentos demasiados fugaces y ni con Salah pudo poner contra las cuerdas a Nigeria. Los datos siempre hablan por sí solos y el conjunto egipcio se fue del partido con solo cinco tiros totales por el triple de Nigeria.
Todo comenzó con el cambio obligado de Akram Tawfik, ya que se tuvo que ir lesionado. En su lugar entró Mohamed Abdelmonem en lo que fue un aviso. Iheanacho y sobre todo Simon fueron un auténtico dolor de muelas para Egipto.
El Shenawy acabó salvando a su país de lo que pudo haber sido una auténtica goleada. Simon estrelló un balón al lateral de la red antes de que Iheanacho cazara un balón suelto en el interior del área. Con la zurda y a bote pronto la puso casi en la escuadra. A los vestuarios se fueron con un remate de Ndidi muy desviado.
En la segunda mitad, más Nigeria. Ihenanacho falló lo que no puede fallar un delantero. Le regalaron el balón en un mal despeje y se quedó casi sin portero, pero el control se le fue demasiado largo y no pudo colocar el segundo en el marcador. Se lamentó por todos los asistentes.
Salah tuvo la única ocasión medio importante de Egipto, que fue por un disparo cuando prácticamente se estaba cayendo. Nada del otro mundo y nada que ver con el Salah de la Premier, claro. Sus argumentos tiene.
El Shenawy volvió a evitar el gol a Nigeria cuando Ejuke se plantó solo para dejar en la mínima un partido que dominó Nigeria, a pesar de que Egipto acabó teniendo un poco más el balón.