River Plate sí pudo superar al 'matagigantes' en el que se estaba convirtiendo Estudiantes. El tanto de Pinola al término de la primera mitad metió a los 'millonarios' en una nueva final, mientras que Palacios sentenció en el añadido.
Que si está viejo, que no corre, que no llega al cruce... las críticas sobre Pinola fueron creciendo en los últimos meses. Pero el zaguero ha vuelto a demostrar por qué es un hombre esencial.
A sus 36 años, ya dio una lección magistral en la semifinal de la Copa Libertadores ante Boca Juniors. Ahora, en la Copa Argentina, ha enseñado una vez más cómo se juega a este deporte.
Porque, en esta ocasión, además de mostrarse como un muro en defensa, también se dejó ver por la zona de ataque y anotó uno de los tantos del partido que le dio la clasificación al 'Millonario'.
Esta vez el central no puso esa cabeza que siempre brilla bajo el reflejo de los focos. Esta vez aprovechó la de un compañero, que tocó el balón antes que él y le dejó solo para definir.
Ante la buena defensa plantada por Estudiantes de Buenos Aires, el 'matagigantes' de esta Copa, el tanto que mandó a River a una nueva final bajo la era Gallardo tuvo que llegar a balón parado.
Tigre, Arsenal y Cólon estuvieron entre las víctimas de los porteños en las rondas anteriores. Un fútbol que aprovechaba al contragolpe los errores de los rivales para ir pasando una eliminatoria tras otra.
Martínez Quarta, con el gorro de nadador tras un fuerte golpe en la cabeza que le produjo un corte, peinó el balón en el primer palo a la salida de un córner. Pinola llegó en el segundo palo para anotar sin mucho apuro.
Pese al tanto, la muralla de Estudiantes siguió levantada y no permitió que el dominio 'millonario' se transformase en más goles. Pero tampoco lograron ellos mismos inquietar a Armani.
Como buena semifinal, no pudo faltar una buena ración de polémica con un gol anulado a cada equipo. Primero a River, por un supuesto fuera de juego de Borré que no fue.
Poco después el agraviado fue Estudiantes, en un balón que se quedó suelto en el área 'millonaria'. Armani lo dejó escapar, pero en el último momento puso su mano de nuevo sobre él. El colegiado entendió que tenía el control de la pelota e invalidó la acción en la que Metilli empujaba el esférico al fondo de la red.
Ya fue en el último minuto del tiempo añadido cuando llegó el segundo de River. Altamirano subió a rematar un saque de esquina, pero no salió bien y Palacios aprovechó para lograr la sentencia a puerta vacía.