La victoria estrecha de Honduras por 3-2 sobre Argelia en un partido que pudo resultarle más cómodo ha liberado la alegría del entrenador colombiano Jorge Luis Pinto y la mesura de su colega suizo Pierre-André Schürmann quien pese a los fallos del portero Farid Chaal, dijo que no pretende crucificarlo.
"No puedo crucificar a mi arquero", dijo resignado el seleccionador argelino a periodistas tras explicar que la responsabilidad del jugador en los dos primeros goles de la formación centroamericana "le servirán para el futuro".
Pinto también vio un valor enorme en la victoria sufrida en el grupo D, que completan Argentina y Portugal, porque, a su juicio, no es fácil debutar en unos Juegos Olímpicos o un Mundial de fútbol.
Añadió que el triunfo resultó ser un bálsamo para un equipo que no venía marcando y hoy, en el estadio Olímpico de Río de Janeiro, generó tres goles.
"Fue un partido muy disputado. Partidos de fútbol con desempeño completo no hay. Hay que mirar el contexto, el desempeño del rival y hoy le ganamos a una de las dieciséis mejores selecciones del mundo en esta categoría", destacó el exseleccionador de Costa Rica y Colombia tras el partido.
Schurmnan destacó del conjunto hondureño su verticalidad ofensiva, especialmente en el primer tiempo, cuando abrió una ventaja amplia con los goles de Romell Quioto y Marcelo Pereira.
En las jugadas previas a los dos goles de Honduras el portero Chaal cometió groseros fallos.
Primero se coló de uno de sus postes en lugar de ir al corte del balón, y en la segunda jugada permitió el rebote del mismo para el aprovechamiento de Pereira.
Schurmman calificó como "frustrante" el partido por los errores cometidos pero a continuación destacó de sus jugadores el espíritu de recuperación para acortar las distancias y permitir a su selección mantener sus posibilidades de clasificación.
La segunda jornada del grupo D enfrentará el domingo en el mismo escenario a Honduras con Portual y en el cierre Argentina con Argelia.