El capitán de Nigeria, John Obi Mikel, reveló en 'ESPN' que disputó el duelo ante Argentina horas después de conocer que su padre había sido secuestrado. Afortunadamente, su progenitor ya fue liberado.
Tremenda confesión la de Obi Mikel en 'ESPN', varios días después de que Nigeria fuera eliminada del Mundial de Rusia tras caer con Argentina. Ese día, el capitán de Nigeria disputó el encuentro a pesar de que su padre fue secuestrado.
"No sabía qué hacer, pero no podía dejar caer a 180 millones de nigerianos. Tenía que ocultar eso y representar a mi país. No quería que fuera un problema para el grupo porque era un partido importante para todos", explicó.
Los secuestradores, que raptaron a su padre cuando se dirigía a un funeral, exigieron a Obi Mikel que no contara nada o matarían a su progenitor. Además, pidieron alrededor de 24.000 euros por su liberación.
Afortunadamente, los secuestradores terminaron huyendo, dejando al padre de Obi Mikel en un bosque después de torturarle. Un drama que terminó con final feliz para Obi Mikel, quien vivió una de las horas más complicadas de su vida.
El capitán nigeriano, que jugó ante Argentina con la mano rota, ya vivió la misma situación en 2011. En esta ocasión, Obi Mikel fue más líder que nunca y escondió sus problemas en beneficio de su país. Por suerte, todo quedó en un enorme susto.