En el cara a cara por uno de los cotizados billetes para el Mundial de Catar, Neymar fue el encargado de abrir la lata ante Chile. El brasileño estrenó el marcador en el minuto 44, en un partido en el que la 'Canarinha' terminó goleando a su rival por 4-0.
Pero esta gran actuación del jugador del PSG estuvo manchada por sus feas acciones sobre el terreno de juego, algo que ya viene siendo habitual en el astro brasileño, que acabó el encuentro con una cartulina amarilla, aunque podría haber terminado expulsado.
Y todo por dos nuevos cruces de cable sobre el terreno de juego. Primero, Neymar derribó a Gabriel Suazo y, una vez en el suelo, le dio una patada que pasó rozando la cabeza del internacional chileno y terminó impactando en su hombro.
Suerte tuvo Ney de que el colegiado Darío Herrera no le mostrara la cartulina amarilla. Aunque sí que lo hizo en la siguiente acción. Paulo Díaz le hizo una dura entrada y el 'brasileiro', sin pensárselo dos veces, se levantó y se fue directo a por el rival, al que empujó por la espalda. El árbitro, que estaba a pocos metros, le mostró la cartulina.