La pretemporada de boca echó a andar el pasado 3 de enero sin caras nuevas, a excepción de la Miguel Ángel Russo y su cuerpo técnico. Mientras la plantilla se ejercita en el campo, en los despachos siguen acelerando la maquinaria para reforzar al equipo.
Y el delantero preferido de Juan Román Riquelme tiene nombres y apellidos: Paolo Guerrero. El ariete pasa sus días de vacaciones en su ciudad, Lima, donde está con la familia a la espera de conocer su futuro.
En el club 'xeneize' confían en alcanzar un acuerdo con su representante que coloque al peruano más pronto que tarde en Buenos Aires. Los términos económicos terminarán definiendo el futuro de un futbolista que, según el diario 'Olé', quiere jugar en La Bombonera.
Por eso, en Internacional de Porto Alegre comienzan a asumir que Paolo Guerrero podría no volver nunca más a la ciudad más que como visitante en un hipotético cruce de competición continental. El compás de espera del futbolista sigue. Y en Boca Juniors se impacientan por más que en las últimas semanas parecieran mirar más a la opción de Lucas Barrios.