Para festival, el del Madrid
El Real Madrid apisona al Celta en una noche muy plácida para los blancos. Triunfo muy coral en el que los blancos no tuvieron problemas para tumbar a un conjunto que no se jugaba nada.
Mientras en Lisboa se disputaba el popular festival de Eurovisión, el Madrid se paseó ante el Celta y cargó pilas de cara a Kiev. Los de Unzué, sin nada que jugarse, no le hicieron ni cosquillas. El Madrid ganó silbando. A Alfred y Amaia les costará algo más.
El Madrid convirtió en Disneyland un partido con mucho de trámite y nula emoción. Bale, Isco, Modric o Achraf encontraron divertimento en un encuentro con pocos alicientes.
Con el Celta prácticamente rendido desde el inicio, sin apenas tensión, el Madrid encontró la ocasión perfecta para foguearse de cara a la final de la Champions. El cuadro de Unzué fue poco menos que un saco que boxeo.
Bale hace méritos
Bale, reciente padre, celebró la buena nueva con dos maniobras de su marca. Dos desmarques, dos goles. El segundo, especialmente notable por la carrera que le gana a Jonny, el caño posterior y el balón que proyectó a la escuadra derecha de Sergio.
Antes del 2-0, González Fuertes debió pitar un penalti a favor del Celta. No lo hizo tras derribo de Casemiro a Brais y el conjunto vigués perdió la oportunidad de empatar el encuentro. Jugada polémica, pero visto el desarrollo del encuentro, con poca incidencia.
Porque el choque fue lo que quiso Modric, que gobernó el centro del campo y contró un socio inusual en Achraf, todo un puñal por banda derecha. Por ahí encontró salida el Madrid, en la banda derecha estaba el balón que le llegó a Isco antes de que se picara con Bale a ver quién metía el gol más bonito. 3-0 y descanso.
Cuesta abajo el Madrid
La segunda parte fue un coser y cantar para el Madrid. Con ritmo de pachanga por momentos, los segundos 45 minutos los dedicaron los blancos a buscar su particular golito. Bale acarició el tercero, Modric se topó con el palo, Asensio, Casemiro... Lo encontró el menos esperado, Achraf, un dolor de muelas para Jonny. Tampoco se contaba con la aparición de Sergi Gómez, aunque él no quería.
Jozabed y Maxi salieron con ganas, pero el Celta se vino abajo pronto y la noche fue una piñata rota para niños hambrientos. Kroos hizo el sexto gracias a una pillería en forma de saque de banda rápido. Festival para el Madrid, disgusto para el Celta, sólo un partido para finalizar LaLiga.