Partida y regreso, por Sebastian Rudy
Sebastian Rudy ha regresado al Hoffenheim esta temporada después de que su fichaje por el Bayern no prosperase. El mediocentro, que fue internacional por Alemania, busca enderezar su carrera.
El centrocampista Sebastian Rudy recaló en el Hoffenheim en 2010, con solo 20 años. Nacido en Villingen-Schwenningen, una pequeña localidad a 60 kilómetros de Friburgo, siempre mostró un gran interés por la pelota, según 'Kicker'.
Desde muy joven pasó por las canteras de Dietingen y Zimmern. Cuando le llegó el momento de ir un paso más allá, en vez de decantarse por la proximidad de su ciudad natal, prefirió dar el salto a Stuttgart.
Sin embargo, allí fue progresando pero nunca llegó a hacerse un hueco en el primer equipo. Ahí fue cuando el Hoffenheim entró en su vida. Desde la primera temporada se hizo con un puesto de titular indiscutible.
Fueron siete años tremendamente satisfactorios (con alguna lesión que otra) que tuvieron su cenit en la llegada de Julian Naggelsmann. La revolución que llevó a cabo el técnico le puso bajo los focos como un jugador de referencia.
En 2017 expiraba su unión con el club y en enero llegó el Bayern para hacerse gratis con sus servicios con la firma de un precontrato. Rudy estaba en su mejor etapa y había conseguido ser internacional con Alemania.
Si bien durante aquel curso tuvo bastantes minutos, pronto quedó claro que no era del agrado de Heynckes y que su participación se debía más al escaso fondo de armario del club en ese momento.
El verano siguiente fue vendido al Schalke, pues Kovac tampoco le consideró. Tampoco terminó de convencer en la turbulenta temporada del equipo. Así pues, buscando de nuevo estabilidad, decidió aceptar una oferta de cesión al Hoffenheim.
Al igual que pasó durante su primera etapa, el mediocentro de contención vuelve a ser titular indiscutible y no se ha perdido ni un solo minuto de los cuatros partidos oficiales que ha disputado el equipo hasta la fecha. Es un hombre feliz de nuevo.